Después de dos décadas sin albergar un gran premio del Mundial de motociclismo, Brasil volverá a recibir carreras de MotoGP a partir de 2026. Dorna, la promotora española del campeonato, ha anunciado este jueves por la tarde un acuerdo de cinco años para aterrizar de nuevo en el autódromo internacional Ayrton Senna de Goiâna, que ya hospedó carreras de la categoría reina de las dos ruedas entre 1987 y 1989. El retorno al país carioca representa el primer movimiento en la estrategia de futuro de los organizadores del certamen, que está a punto de pasar a manos de la multinacional estadounidense Liberty Media, también propietaria de la Fórmula 1.
La intención de MotoGP es ampliar horizontes y ganar impulso en América, tanto en el sur como el norte, donde se espera también la entrada de nuevos circuitos en un futuro no muy lejano. Asia es también otra de las prioridades actuales del campeonato, a pesar de los chascos de este curso con la anulación del GP de Kazajistán y el GP de la India. La firma con el gobierno de Goiás, territorio cercano a la capital de la nación, y la promotora Brasil Motorsport, encargada de organizar también el GP de Sao Paulo de F1, prevé trabajos de renovación importantes en el trazado inaugurado en 1974, que estuvo a punto de ser derruido en 2011 antes de acometer una primera transformación hace una década para mantenerse con vida.
“Esta es una oportunidad fantástica para expandir nuestra presencia en un mercado clave para el deporte y los fabricantes. Brasil es un actor global y un sitio que siempre hemos pensado merece un espacio en nuestro calendario”, explica Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports. “Tenemos ganas de volver y sabemos que tenemos una buena base de aficionados que estarán encantados con esta noticia”, agrega el ejecutivo.
Después de un año en el que problemas de distinta índole han obligado a suspender hasta cuatro grandes premios –entre ellos el de Argentina por un pulso político y el de la Comunitat Valenciana por los estragos de la dana– y mover de fecha otros tantos para cumplir con los contratos comerciales de mínimos del campeonato, MotoGP espera poder consolidar con firmeza sus vínculos de futuro y la presencia en los distintos países anunciados. En este sentido, el certamen ya vio frustrado un primer intento de retorno a Brasil notificado en 2019 y previsto para 2022. La pandemia y desavenencias políticas terminaron por liquidar la construcción del Rio Motorpark, un circuito del que no llegó a colocarse la primera piedra.
El japonés Makoto Tamada (Honda) fue el último vencedor del GP de Brasil de MotoGP, que entre 1995 y 2004 se disputó en el autódromo internacional Nelson Piquet, popularmente conocido como circuito de Jacarepaguá. En ese escenario, Álex Crivillé ganó hace 25 años el primer título español en la categoría reina del motociclismo de velocidad. Tras su debut en Goiâna, el gran premio en el país carioca también se disputó en Interlagos en 1992. Alex Barros, que disputó 17 temporadas en la cúspide de las dos ruedas entre 1990 y 2007, fue el gran ídolo brasileño en MotoGP. Diogo Moreira, recién coronado novato del año en Moto2, es el piloto del país con mayor proyección dentro del ‘paddock’.