El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves la mayor cantidad de indultos concedida en un solo día, según la Casa Blanca. Ha decidido conmutar las penas de cerca de 1.500 personas que fueron sometidas a confinamiento domiciliario en lugar de cárcel durante la pandemia de la covid y que se han reintegrado con éxito en sus familias y comunidades. Además, indulta plenamente a 39 personas condenadas por delitos no violentos. El anuncio llega semanas después del polémico indulto que concedió a su hijo Hunter por los delitos de compra y posesión ilegal de un arma y de evasión fiscal por los que estaba esperando sentencia y también por cualquier otro cometido desde 2014, una decisión duramente criticada incluso por los demócratas.
“Estados Unidos se construyó sobre la promesa de posibilidades y segundas oportunidades”, ha indicado el presidente en un comunicado. La Casa Blanca asegura que las medidas se extienden ahora a personas que han demostrado una rehabilitación satisfactoria. Como ejemplos, ha puesto el de un veterano militar condecorado y piloto que dedica gran parte de su tiempo a ayudar a sus compañeros de la iglesia con problemas de salud o incapaces de realizar tareas extenuantes; el de un enfermero que ha dirigido la respuesta de emergencia en varias catástrofes naturales y que ayudó a encabezar los esfuerzos de vacunación durante la pandemia de la covid; y un consejero en adicciones que ofrece voluntariamente su tiempo para ayudar a los jóvenes.
Biden ha concedido más indultos que cualquiera de sus predecesores recientes a estas alturas de sus primeros mandatos. Es el primer presidente que ha concedido indultos generalizados a personas condenadas por simple consumo y posesión de marihuana, y a antiguos militares condenados por conducta privada debido a su orientación sexual.
Además, el presidente anuncia que concederá nuevos indultos en las próximas semanas. “Mi Administración seguirá examinando las peticiones de clemencia para promover la justicia equitativa ante la ley, fomentar la seguridad pública, apoyar la rehabilitación y la reinserción, y ofrecer segundas oportunidades significativas”, ha detallado el comunicado. Los activistas contrarios a la pena capital están presionando para que conmute las sentencias federales de quienes esperan en el corredor de la muerte antes de que asuma el poder Donald Trump, que en su primer mandato reanudó las ejecuciones tras casi dos décadas sin ellas.
El equipo jurídico de la Casa Blanca ha estado estudiando también la posibilidad de conceder indultos preventivos a aquellas personas que se teme que puedan ser objeto de persecución y represalias por parte del Gobierno de Trump, como la excongresista republicana Liz Cheney; el exjefe de Gabinete de Trump Mark Milley, que tildó de “fascista” al expresidente; el senador demócrata electo Adam Schiff, que lideró el primer proceso político (impeachment) contra el republicano; el médico Anthony Fauci, que coordinó la respuesta de Estados Unidos a la pandemia de la covid, o el fiscal especial Jack Smith, que estuvo al frente de las investigaciones federales contra el ahora presidente electo.
Los demócratas no creen que hayan cometido delito alguno, pero estudian la conveniencia de blindarles para evitar investigaciones que supondrían un coste reputacional y financiero para sus víctimas, incluso si no acaban en imputaciones, procesamientos ni condenas.
Delitos no violentos
Las 39 personas indultadas plenamente fueron condenadas por delitos no violentos, incluidos asuntos de drogas, y han dado un giro a sus vidas. Por su parte, las casi 1.500 personas que han recibido conmutaciones han estado cumpliendo sus condenas en casa durante al menos un año en virtud de la ley CARES, promulgada para aliviar la masificación de las cárceles en la pandemia y evitar la propagación del virus en las penitenciarías.
Algunos republicanos quieren derogar esa norma, lo que supondría para ellos el regreso a prisión. “Estos beneficiarios de la conmutación, que fueron recluidos en prisión domiciliaria durante la pandemia de la covid, se han reintegrado con éxito en sus familias y comunidades y han demostrado que merecen una segunda oportunidad”, ha remarcado Biden en su comunicado.
La Constitución estadounidense no reconoce la retroactividad de las leyes penales más favorables. Por eso, Biden ha decidido conceder clemencia a personas condenadas por delitos no violentos que fueron sentenciadas bajo leyes, políticas y prácticas obsoletas con las que recibieron penas más severas que si hubieran sido juzgadas hoy, como es el caso de muchos de los 1.500 que se benefician ahora de la conmutación de su pena, según la Casa Blanca.
Los nuevos indultos se suman a otros concedidos por Biden durante su mandato. En abril de 2022, concedió tres indultos plenos y 75 conmutaciones de pena a personas con diversos delitos relacionados con las drogas y a algunas personas en régimen de reclusión domiciliaria en virtud de la ley CARES. En diciembre de 2022, indultó a seis personas por diversos delitos relacionados con drogas y alcohol. En abril de 2023, conmutó la pena de otros 31 beneficiarios de la ley CARES. En diciembre de 2023 y abril de 2024, concedió clemencia a personas condenadas por delitos de drogas no violentos, con 11 indultos y 16 conmutaciones.
Además de las medidas individuales, en octubre de 2022, Biden dictó un indulto categórico total, completo e incondicional por el delito federal de posesión simple de marihuana, una medida que complementó en diciembre de 2023. En junio de 2024, decidió reparar una injusticia histórica con el indulto a los militares estadounidenses que fueron condenados y expulsados del ejército por ser homosexuales.
“Como presidente, tengo el gran privilegio de extender la misericordia a personas que han demostrado remordimiento y rehabilitación, restaurando la oportunidad para que los estadounidenses participen en la vida cotidiana y contribuyan a sus comunidades, y tomando medidas para eliminar las disparidades en las sentencias para delincuentes no violentos, especialmente los condenados por delitos de drogas”, ha explicado Biden en el texto.
Es habitual que los presidentes usen al final de sus mandatos el derecho de gracia que les concede la Constitución. Los indultos plenos eximen a los beneficiarios de culpa y castigo, mientras que las conmutaciones reducen o eliminan el castigo sin exonerar del delito. En ocasiones, se usan solo para borrar antecedentes.