Futuros imposibles, el nuevo disco de Dorian, pone banda sonora a ese limbo imaginario de posibilidades y lugares que, por caprichos del destino, jamás llegaron a existir. En el caso de la pareja que compone el núcleo del grupo, uno de los emblemas del indie nacional de este siglo, ese futuro malogrado es el de una relación amorosa entre Marc Gili y Belly Hernández (Vilafranca del Penedès, 46 años) que duró dos décadas. Tras cuatro años de “mucho sufrimiento, trabajo y terapia”, la teclista, compositora y productora que abrió las puertas para las mujeres en la industria convierte ese duelo en una catarsis: “Mucha gente se queda admirada de la relación de amistad y compañerismo que tengo con Marc”.
Cuando su relación se rompió definitivamente, ¿se planteó quién se quedaría con la custodia de Dorian?
No, yo sabía que iba a ser una custodia compartida porque es nuestro proyecto más querido. Hay momentos en los que se te hace cuesta arriba todo porque estás emocionalmente devastada, no cuentas con todos los sentidos, pero no te queda otra que tirar hacia adelante. Sabía que Dorian iba a sobrevivir a lo que fuera.
¿Ponerle música a canciones de amor que ya no están dirigidas a usted no es un poco masoquista?
Es la ley de la vida. Hay un periodo de transición complicado porque he sido el objeto de todas las historias de amor de Dorian, pero también me parece hermoso que en este disco ya haya canciones dedicadas a otras personas. Las historias mutan.
Dos de cada tres artistas en los festivales son hombres. ¿La falta de paridad es culpa del público o de los promotores?
Los promotores tienen la responsabilidad de poner a mujeres en los escenarios. Entiendo que es un negocio, pero si no tienen visibilidad la gente no va a querer escuchar y conocer a grupos con chicas. Es muy importante equilibrar la presencia femenina.
Después de tantos años, ¿la siguen confundiendo con una groupie de la banda al llegar a un bolo?
Sigue pasando, sí. Sobre todo, si eres chica, no puedes ser compositora o instrumentista, solo la que canta. Imaginan que eres más florero, que estás ahí para embellecer el escenario. En Latinoamérica me han preguntado si yo era la mánager o la de la discográfica por ser mujer. Sienta mal, pero hay que hacer pedagogía.
Al contrario que a sus compañeros, sí le han preguntado varias veces si ha renunciado a ser madre por estar en Dorian.
Eso es muy machista y a un chico jamás se le pregunta. Hace poco hablábamos con otras bandas sobre una música que ha vuelto a tocar tras ser madre, y alguien dijo: “¿Cómo lo va a hacer si tiene niños?”. Pues igual que todos los de la mesa que son padres. ¿No tiene el mismo derecho a salir de gira por ser mujer?