Con Heurtel de aeropuerto en aeropuerto, el equipo del que pudo ser y no fue, sufrió para controlar su partido en Bercy frente al sorprendente París de Thiago Splitter, un conjunto anárquico y vertical, que cuando se descontrola juega mejor. Al final consiguió el Barcelona convertir la velocidad francesa en precipitación y suministrar juego a Willy Hernangómez, el mejor del equipo anoche, con 23 puntos, diez rebotes y siete faltas recibidas, que dominó las inmediaciones de las canastas (79-90).
Fue el madrileño quien inspiró el juego barcelonista, bien secundado por Satoranski y los buenos minutos de Metu, que con 13 puntos se convirtió en el parche cuando más bajo andaba el Barça en el último cuarto. Pero agotó París sus energías con el esfuerzo extra de rebasar la barrera que había impuesto el equipo de Joan Peñarroya, y lo pagó en los minutos finales.
Había hecho el Barcelona un partido muy regular, en el que solo se salió del guion en el segundo cuarto, cuando le falló el punto de mira y se quedó en 15 puntos, claro que los franceses tampoco estuvieron demasiado finos y anotaron 17. Los otros tres parciales azulgrana fueron de 25 puntos y siempre mantuvieron las distancias para evitarse problemas, salvo en ese bache en mitad del último cuarto, del que se repusieron enseguida, con Hernangómez como estrella, para terminar el partido sin problemas.
Real Madrid, 88; Bayern, 76
El Real Madrid tuvo menos problemas para deshacerse del Bayern, aunque a falta de 6,30 para el final, apretaron los bávaros para bajar la ventaja a menos de dos dígitos (69-60), aunque nunca dio la sensación de que se pudiera producir la sorpresa en el Movistar Arena. En un partido discreto, al equipo blanco no le hizo falta esforzarse demasiado para mantener a raya al Bayern durante mucho tiempo.
El primer tiempo de los blancos fue impecable. Se fueron al descanso con 17 puntos de diferencia y buenas sensaciones. Bastaba con mantener la tranquilidad. Chus Mateo trató de administrar los minutos de los jugadores en la cancha porque queda mucha temporada por delante, así que cuando las cosas se enturbiaron un poco, apareció Facundo Campazzo, fresco como una lechuga, para encauzar el resultado en los últimos dos minutos, y pasar de una inquietante ventaja de seis puntos, a los 11 del final (88-76). Musa, con 15 puntos y Hezonja, con 14, fueron los mejores anotadores del Madrid, que superó los ocho puntos del Bayern en la victoria de Munich, y logró su cuarta victoria consecutiva.