DKV no va a presentarse al nuevo concierto para prestar atención sanitaria a los 1,53 millones de funcionarios —y sus familiares— que están adscritos a Muface. La aseguradora filial del grupo alemán Munich Re dejará este servicio después de casi 50 años en los que sí que ha estado en el concierto. Su salida se suma a la de SegurCaixa Adeslas, la mayor compañía de seguros médicos de España. El incremento del 33,5% en la compensación que reciben no ha bastado para convencerlas. Ahora, la única compañía que sigue en el proceso es Asisa. Tiene de plazo hasta el 15 de enero para decidir si se presenta o no al concierto 2025-2027. En caso de que no lo haga, el Ministerio de Función Pública tendrá que decidir si realiza una nueva licitación, que sería ya la tercera, o si baja los brazos y asume que tendrá que ser el Sistema Nacional de Salud quien deberá atender a los mutualistas de Muface.
Para el ministro de Función Pública, Óscar López, la renuncia de DKV a seguir en el procedimiento es un duro golpe. El importante esfuerzo presupuestario que ha querido hacer para atraer a más entidades aseguradoras no ha bastado. Pese a poner 1.000 millones de euros más sobre la mesa de lo que que costó el anterior convenio 2021-2024. El ministro siempre ha insistido en que la atención sanitaria a los empleados públicos estaba más que garantizada. De momento, hasta el 1 de abril Adeslas, Asisa y DKV tendrán que seguir dando servicio, y el ministerio ya ha advertido de que puede forzar la prórroga del concierto antiguo hasta septiembre, pero esta solución no dejan de ser un parche para un modelo que ha quedado muy tocado.