La siderúrgica ArcelorMittal ha informado este martes de que no se dan las condiciones para invertir en instalaciones de reducción directa del mineral de hierro (DRI, por sus siglas en inglés) en Europa. La compañía, que ha ofrecido una actualización sobre sus planes de descarbonización en el Viejo Continente, se ha referido en concreto a una de las inversiones que estaban proyectadas en Gijón, para el que ArcelorMittal recibió del Gobierno una subvención de 450 millones de euros con cargo al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Descarbonización Industrial. Dicha iniciativa era para la producción de acero verde mediante hidrógeno renovable, algo que serviría para reducir notablemente las emisiones de este producto. Sin embargo, la multinacional no ve rentable a día de hoy la producción de este tipo de acero en Europa por la sobrecapacidad China, un gigante capaz de hacerlo más barato.
Este proyecto va atado a la acería eléctrica que también se ha comenzado a construir en el complejo industrial de ArcelorMittal en Gijón. Dicha acería puede alimentarse de chatarra y de arrabio, un material que sale de los altos hornos y que es muy contaminante por el uso del carbón. La mencionada planta de DRI serviría para sustituir los altos hornos de los que proviene el arrabio, pero la compañía señala que para que eso suceda debe haber, a su vez, demanda para el ‘acero verde’, algo que no está sucediendo.
Este proyecto es, sin embargo, estratégico para España, que aprobó las ayudas para ArcerlorMittal el pasado 5 de abril. “Esta subvención tiene carácter singular en la medida en que la adopción del uso del hidrógeno de origen renovable a escala industrial es inexistente, sin que existan precedentes en España, y sólo hay una empresa candidata para hacerlo a gran escala. Esto imposibilita la convocatoria mediante concurrencia competitiva”, había dicho el Gobierno en un comunicado tras el Consejo de Ministros de ese día.
El ministerio de Industria, por su parte, ha respondido a este medio que “el compromiso de la ayuda de los 450 millones de euros para la construcción del DRI se mantiene, sea ArcelorMittal o un tercero el que lo lleve a cabo”. “El Gobierno de España está firmemente comprometido con el mantenimiento del ciclo integral del acero en nuestro país. La realización del DRI es una inversión estratégica para España y el Gobierno de España está comprometido en que salga adelante”, ha añadido el ministerio tras conocer el comunicado de la siderúrgica.
Las dificultades para llevar a cabo este tipo de proyectos no se limitan solo a España, sino a todos aquellos países europeos en los que ArcelorMittal ha planteado proyectos de este tipo. En todos los casos, los países en los que se proyectaban estas inversiones les ofrecieron ayudas para su financiación. No obstante, la empresa ha matizado que este tipo de iniciativas “se basaban en la premisa de una combinación favorable de avances en el plano político, tecnológico y de mercado que facilitarían las inversiones en descarbonización ayudando a compensar el significativo aumento de costes de capital y de explotación que conllevaría esta estrategia de transición”. Ello, ha señalado la empresa con sede en Luxemburgo, incluía la posibilidad de usar gas natural hasta que el hidrógeno verde resultara competitivo.
“La evolución de la situación con respecto al hidrógeno verde, para que constituya una fuente de energía viable, se está produciendo de manera sumamente lenta y la producción de prerreducidos de hierro basada en el uso de gas natural en Europa aún no resulta competitiva como solución provisional”, ha añadido la compañía. No obstante, ArcerlorMittal ha explicado que prevé en materia de descarbonización diversos “pasos importantes” en 2025, incluyendo la revisión programada del CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono), la revisión prevista de las medidas de salvaguardia aplicadas al acero y la publicación del Plan de Acción para el Sector Siderúrgico y Metalúrgico. Consideran que una vez completadas, estas iniciativas aportarán los parámetros necesarios para desarrollar la justificación económica de las inversiones en descarbonización en Europa.
La compañía mantiene su compromiso de descarbonizar sus procesos y alcanzar las cero emisiones netas con el horizonte de 2050. Las actuaciones acometidas en Europa hasta la fecha incluyen, por ejemplo, el inicio en mayo de la construcción de un horno de arco eléctrico con una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas en la planta de productos largos en Gijón (España). Cuando esté concluido, este proyecto permitirá una reducción de un millón de toneladas de CO2 equivalente.
La ampliación de los plazos necesarios para adoptar las decisiones finales respecto a las inversiones no afectará a la capacidad de la sociedad para dar respuesta a la demanda de acero con bajas emisiones de carbono por parte de los clientes, dado que el proyecto de remodelación de la planta de Sestao (Vizcaya) supondrá un sustancial incremento de la capacidad de la empresa para fabricar productos planos de acero con bajas emisiones de carbono.
En lo que respecta al volumen de emisiones en términos absolutos, el volumen total de emisiones de las actividades de la empresa en Europa se ha reducido en un 28,2% desde 2018, debido en gran medida al descenso de producción motivado por la baja demanda. El consejero delegado de ArcelorMittal, Aditya Mittal, ha agradecido el apoyo de los diferentes gobiernos. Sin embargo, ha considera que la magnitud del reto requiere nuevas iniciativas políticas para asegurar la viabilidad de mayores inversiones. “Hubiéramos deseado avanzar con mayor celeridad, pero la realidad es que aún no se ha establecido el marco regulatorio necesario para apoyar la justificación económica de las inversiones”, ha indicado. “Confío en que las decisiones de ámbito político que se adopten en 2025 aportarán mayor claridad para determinar el enfoque con el que avanzaremos en la descarbonización de nuestras instalaciones”, ha añadido Mittal.