El empresario Víctor de Aldama ha ratificado este lunes en el Tribunal Supremo que José Luis Ábalos y su asesor Koldo García cobraron comisiones durante la etapa del primero al frente del Ministerio de Transportes a cambio de adjudicaciones de contratos públicos. Según fuentes presentes en la declaración, el considerado conseguidor de la trama ha cifrado en alrededor de 3,4 millones de euros el dinero que pagaron diferentes empresas como contraprestación por beneficiarse de adjudicaciones de obras dependientes del departamento de Ábalos. Ese dinero, según su versión, se lo repartieron entre él, el exministro y su entonces asesor. Y este, según ha dicho Aldama, le aseguró que una parte de las comisiones fueron a parar al PSOE. El empresario no ha presentado ninguna prueba que acredite el cobro de estas comisiones.
Aldama ha declarado durante tres horas ante el instructor del caso en el Supremo, el magistrado Leopoldo Puente, y el fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón. El empresario ha contestado a todas las partes, incluido el PP, la única de las siete acusaciones populares que puede estar presente en los interrogatorios tras la decisión del juez de unificarlas todas y darle la representación a ese partido. Según fuentes presentes, el empresario se ha presentado ante el juez como un intermediario entre el ministerio y empresarios a los que abría la puerta para la adjudicación de obras públicas.
Según estas fuentes, Aldama ha insistido en las acusaciones que ha ido lanzando en las últimas semanas sobre Ábalos y el que fuera su asesor, así como en las que implican a cargos del entorno del PSOE o del Gobierno, como el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán o el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. No obstante, el empresario aseguró que llevaría pruebas al Supremo que demostraran las acusaciones que ha ido lanzando en las últimas semanas, pero los únicos documentos que ha presentado, según las fuentes consultadas, son una nota manuscrita que él atribuye a Koldo García y que enumera varias ciudades, como Madrid, Ourense, Valladolid y Huesca, junto a los nombres de constructoras a las que, según su versión, se les iba a adjudicar una obra. Otras fuentes consultadas aseguran que estas notas carecen de “contenido jurídico” que pueda servir como prueba.
El empresario ha asegurado que las constructoras pagaban una comisión del 1% del importe total de la adjudicación. Las afirmaciones de Aldama chocan con los informes elaborados por el Gobierno sobre las adjudicaciones señaladas por el empresario. Estos documentos, encargados por el actual ministro de Transportes, Óscar Puente, han concluido que no se han detectado irregularidades, que varios proyectos ni siquiera se han llegado a licitar y que el listado presentado por el empresario incluye expedientes tramitados por los antecesores de Ábalos en el cargo, Ana Pastor e Íñigo de la Serna, del PP, y por la sucesora de Ábalos, Raquel Sánchez, del PSOE.
Aldama, según fuentes del interrogatorio, ha cifrado en hasta 4 millones de euros el dinero que supuestamente pagaron empresas a cambio de contratos públicos. Otras fuentes sitúan, sin embargo, esta cifra en entre 3,4 y 3,5 millones. El empresario ha asegurado que a Ábalos le dio 175.000 euros en efectivo, más otras contraprestaciones en especie. También ha insistido, como ya dijo en la Audiencia Nacional, en que entregó un sobre con 15.000 euros al actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en un bar cercano a la sede del partido, en la calle Ferraz. Según su versión, esa supuesta mordida se debía a una compensación por una licitación a una constructora, unos hechos que el dirigente socialista ha negado rotundamente.
Otro de los altos cargos del PSOE mencionados por Aldama es Ángel Víctor Torres, expresidente de Canarias y actual ministro de Política Territorial. En su primera confesión (cuando se sentó ante el juez de la Audiencia Nacional), solo apuntó contra él a través de Koldo García. Según dijo entonces, el exasesor de Ábalos le pidió una comisión de 50.000 euros para el entonces jefe del Gobierno de las islas por la trama de mascarillas. Sin embargo, posteriormente, introdujo otra acusación en el Supremo: asegura que costeó el alquiler de inmuebles para que Torres tuviera allí “encuentros de diversa naturaleza”. Según fuentes jurídicas, Aldama se ha ratificado este lunes en esta acusación y ha asegurado que alquiló tres pisos a través de la plataforma Airbnb que fueron utilizados por personas del entorno del Gobierno para encuentro de distinta naturaleza. Según su versión, el actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, usó uno de ellos, en la calle Atocha de Madrid, para encuentros con “señoritas”.
La de este lunes ha sido la segunda declaración judicial de Adama por la trama corrupta que surgió en torno a la compra de material sanitario. El 21 de noviembre declaró en la Audiencia Nacional donde se sigue investigando la parte del caso que no implica, en principio, a Ábalos, que está aforado en el Supremo por su condición de diputado (tras ser expulsado del Grupo Socialista se pasó al Mixto). Aquella fue la primera vez que Aldama señaló, además de al exministro de Transportes, a otros cargos del entorno de Gobierno y del PSOE, cono el secretario de Organización.
El presunto conseguidor de la trama redobló sus acusaciones en el escrito entregado en el Supremo el 4 de diciembre, donde apuntó, entre otros, al ministro Torres y a Carlos Moreno, jefe de gabinete de María Jesús Montero, ministra de Hacienda. El empresario estaba en ese momento en prisión provisional por su implicación en otra trama, relacionada con un presunto fraude a Hacienda de 182 millones de euros en el sector de los hidrocarburos, y quedó en libertad tras declarar y señalar a cargos del Gobierno y del PSOE como una prueba de su compromiso a colaborar con la Justicia.
Aldama ha llegado este lunes al Tribunal Supremo en un coche conducido por Daniel Esteve, líder de Desokupa, la empresa dedicada a desalojos extrajudiciales. Esteve se ha bajado del vehículo, de alta gama, ha abierto la puerta al empresario investigado, le ha dado la mano como saludo y se ha vuelto a subir al coche para irse. Esta mañana, Esteve ha publicado un mensaje en la red X en el que decía: “El que pueda ver la llegada de Aldama al Tribunal Supremo que lo vea. Que habrá sorpresas”.