Una madre y su hijo han fallecido intoxicados y el marido y padre de los anteriores está hospitalizado en estado grave después de que fuera fumigado el negocio que tenía la familia en la localidad segoviana de Carbonero de Ahusín (100 habitantes, perteneciente al municipio de Armuña). Las primeras investigaciones apuntan, según la Subdelegación del Gobierno en Segovia, a una intoxicación derivada del uso de productos para fumigar, si bien aún no se confirma como causa comprobada de la doble muerte. La Guardia Civil ha asumido las pesquisas y el caso lo está dirimiendo el juzgado de Santa María la Real de Nieva. La vivienda ha sido acordonado, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, como “medida preventiva”.
El menor, de unos 16 años, falleció el domingo en su domicilio tras acudir el sábado al médico porque se sentía indispuesto. Sus padres acudieron el lunes al Hospital de Segovia y fueron de inmediato ingresados. La madre falleció a lo largo de la tarde de ayer y el progenitor se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado grave a la espera de evolución. La autopsia revelará exactamente las causas de la doble defunción en esta familia. Desde el primer momento se descartó la violencia como motivo de las dos muertes.
La casa en la que habitaban se encuentra a unos 50 metros de una nave en la que trabajaba la familia. “Espacio sometido a fumigación con gases muy tóxicos”, dice un cartel colocado en la puerta de ese recinto. El producto utilizado, según este rótulo que alerta del peligro, indica “prohibido entrar, peligro de muerte” y alude al producto “fosfuro de aluminio”.
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