Jerome Powell se jugaba este miércoles parte de su credibilidad en la lucha contra la inflación. El presidente de la Reserva Federal ha dejado claro que está dispuesto a provocar una recesión si es necesario para contener los precios, pero esta semana el comité de política monetaria se reunía en plena tormenta financiera provocada por la caída del Silicon Valley Bank. A Powell no le ha temblado el pulso y ha aprobado la novena subida consecutiva de los tipos de interés. Son 0,25 puntos más, hasta situar el precio oficial del dinero en el rango del 4,75%-5%, el más alto desde 2007.
Lo que sí ha cambiado es el comunicado: “El sistema bancario estadounidense es sólido y resistente. Es probable que los recientes acontecimientos den lugar a un endurecimiento de las condiciones crediticias para los hogares y las empresas y afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El Comité sigue muy atento a los riesgos de inflación”, dice la Fed.
También ha cambiado la forma en que el banco central se refiere a los próximos movimientos. Antes hablaba de que harían falta subidas de tipos adicionales. Ahora cambia la redacción, lo que parece abrir la puerta a una pausa en las subidas: “El Comité anticipa que podría ser necesario un endurecimiento adicional de la política monetaria con el fin de alcanzar una orientación de la política monetaria lo suficientemente restrictiva como para que la inflación vuelva a situarse en el 2% con el tiempo”.
Powell comparece a las 14.30 horas de Washington (las 19.30 en la España peninsular) para dar cuenta de la decisión. También recibirá preguntas sobre si la supervisión de Silicon Valley Bank y otros bancos medianos ha fallado. La Reserva Federal ya anunció la apertura de una investigación al respecto. El comité de política monetaria ha tenido en cuenta la situación financiera a la hora de tomar su decisión.
La inflación ha cedido en los últimos meses, pero en febrero aún seguía en el 6% (con un 5,5% de inflación subyacente), triplicando el objetivo del 2% con el que la Fed define la estabilidad de precios. En un año, la Reserva Federal ha acometido las subidas de los tipos de interés más agresivas desde comienzos de la década de 1980. El ciclo de subidas comenzó en la reunión de marzo del año pasado, con un alza de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales). Después vino una subida de 50 puntos básicos, luego cuatro consecutivas de 75 puntos básicos, hasta que la Fed bajó el ritmo con una subida de 50 puntos básicos en diciembre y otra de 25 el pasado 1 de febrero.
Entonces, Powell dijo que harían falta subidas adicionales y los inversores pensaban que en marzo habría otra subida similar. El presidente de la Fed compareció a principios de mes ante el Congreso y advirtió de que podría volver a acelerar el ritmo tras el espectacular dato de empleo de enero y los signos de que la demanda no se enfriaba. Pero días después de su intervención caía el Silicon Valley Bank. Luego lo hacía el Signature Bank y el contagio se extendía a otros bancos medianos regionales. Por eso empezaron a surgir las dudas sobre si habría o no subida de tipos este miércoles.
El banco central estadounidense ya puso en marcha medidas extraordinarias de liquidez para luchar contra el contagio de la crisis bancaria. Usar los tipos de interés para combatir la inflación y la liquidez para preservar la estabilidad financiera es el camino que siguió el Banco Central europeo (BCE) la semana pasada. Aun así, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha evitado comprometerse a seguir subiendo más los tipos por si la situación se complica.
La Reserva Federal está tratando de lograr un aterrizaje suave de la economía. Quiere frenar la demanda lo suficiente para que las presiones inflacionistas se debiliten, pero no tanto como para provocar una recesión en toda regla. Aun así, puestos a elegir, Powell ha dejado claro que su prioridad es la estabilidad de precios y que está dispuesto a provocar la recesión si es necesario para lograrla. Pero la inestabilidad de los bancos y la fuga de depósitos en algunos de ellos puede endurecer las condiciones crediticias como si fuera otra subida de los tipos de interés. Por eso, el mercado ha empezado a cotizar unos tipos más bajos que antes en lo que resta del año y apuesta incluso por rebajas en el precio oficial del dinero en la segunda mitad de 2023.
Como cada trimestre, la Reserva Federal ha actualizado las previsiones de sus miembros sobre la marcha de la economía, el paro y los tipos de interés. Las previsiones de los miembros de la Reserva Federal mantienen que los tipos se situarán a finales de este año en el 5,125%, esto es, en el rango del 5%-5,25%, en 2023, para luego bajar 0,75 puntos en 2024 y 1,25 puntos en 2025. Los miembros del comité prevén para este año un crecimiento muy discreto, del 0,4%, una décima menos que en diciembre, pero crecimiento a fin de cuentas. Esperan que el paro se sitúe en el 4,6% y que la inflación vaya bajando, hasta el 3,6% en el índice que usa el banco central.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]
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