Mila Abellán es maestra de Educación Primaria, tiene 33 años y ahora mismo está en paro, aunque tenía la esperanza de dejar de estarlo. El pasado 28 de febrero, la Comunidad de Madrid abrió la solicitud para cubrir un plaza que necesitaba el CEIP San Carlos en Villaverde Alto, al sur de la ciudad, debido a un aumento en el alumnado. El 1 de marzo la cerraron sin haber concedido el puesto a nadie. “(…) No se ha podido asignar a ningún destinatario. Aunque existe alguna otra posibilidad, lo más probable es que esta convocatoria no haya contado con ningún participante”, reza la información publicada en el AReS, la plataforma donde se registran todas los llamamientos para sustituciones. Abellán no entiende muy bien el mensaje, ya que ella misma postuló para cubrir esa vacante. Estela Bruña, Paula Carretero, María Rodríguez, Alicia Blesa y Paula V., que prefiere no dar su apellido, también solicitaron la plaza para este colegio del distrito de Villaverde.
La Plataforma Primaria Existe, una plataforma con unos 300 maestros y de la cual Abellán es una de las portavoces, acudió el martes 21 de marzo a la Asamblea de Madrid para informar de esta irregularidad. “Todos los grupos políticos nos apoyaron bastante”, relata Abellán por teléfono. Por un lado, la Consejería de Educación les informó de que si lo que decían era cierto estaban obligados a denunciarlo. Y se justificaron diciendo que “hay muchas cosas que desde arriba no se saben”. Además, Alicia Rubio, del grupo Parlamentario Vox en Madrid, les insto a que llevasen pruebas de lo sucedido a la Dirección Territorial porque “pueden suceder errores humanos, incluso errores humanos que no son humanos” y añadió que ella “detectó un caso de una persona a la que se le dio un centro porque conocía a quién estaba haciendo las listas”.
Hace una semanas, el 2 de marzo, Primaria Existe llamó al centro para ver qué estaba ocurriendo con la plaza. Para su sorpresa les informaron de que ya estaba cubierta. “Pero desde luego que no se ha hecho siguiendo el orden de interinidad”, se queja Abellán. Al volver a comprobar la página web de la Comunidad, el mensaje es el mismo: nadie participó.
“Yo estoy en la lista interinos. Me convocaron para participar en ese proceso para ser una de las candidatas. ¿Cuál es mi sorpresa? Que la vacante se retira sin cubrir”, relata Paula V., que luego se enteró de que el colegio sí iba a obtener un maestro. “¿De dónde lo sacaron?, no lo sé”, lamenta. Lo que más le preocupa es que haya personal docente que esté accediendo a puestos en la educación pública sin estar en la listas de opositores. Desde el punto de vista de Mila Abellán existen dos opciones: que otro maestro esté haciendo el trabajo de dos profesionales o bien que se haya adjudicado la plaza a dedo, es decir, elegido directamente por la Comunidad de Madrid.
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Paula V., explica que ella solicitó la plaza el mismo 1 de marzo, ya que fue cuando la Consejería informó a las docentes de la oferta de empleo. Al preguntarle a la Comunidad por qué se avisó el mismo día que cerraba la solicitud en vez del 28 de febrero no se ha obtenido ninguna respuesta. La maestra aclara que es algo que pasa con frecuencia. “Han publicado hoy otra vacante para incorporarse como pronto el lunes [6 de marzo] y pone que es del día 1 de marzo”, comentaba el viernes 3 de marzo al EL PAIS.
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, por su parte, comunicó a este periódico que la plaza se le otorgo a una persona con discapacidad, ya que existe, de acuerdo con la ley española, un cupo no inferior al 5% de las plazas ofertadas para personas con algún tipo de diversidad funcional. “Esta plaza se le dio a alguien con discapacidad y el sistema informático no tiene en cuenta este tipo de plazas a la hora de hacer la adjudicación”, argumentan fuentes de la Consejería.
Abellán, miembro de la plataforma Primaria Existe, informó de que a ella le dijeron que la plaza se le concedió a “un docente que estaba por delante en las listas, pero que cesó de su puesto tarde”. Cuando la maestra le reclamó que se indicase así en la página web, le contestaron que ya era tarde para reflejarlo. Cuando la Consejería de Educación se puso en contacto con este diario, se le preguntó por qué no se ha hecho pública la adjudicación de la plaza en la plataforma. “Será algún problema de la aplicación”, se justificaron. Al volver a comprobar el estado de la necesidad en el AReS, esta continúa como retirada.
La historia que relata Alicia Blesa, de 34 años, es la misma que la de sus compañeras de profesión: cuando se abrió la convocatoria el 28 de febrero participó y el 1 de marzo le llegó un correo electrónico que decía que el proceso de asignación había finalizado, que no había obtenido ningún destino y que quedaba disponible para cualquier otro procedimiento.
En ese momento, Blesa decidió acceder a la plataforma AReS y vio ese mensaje que cuelga sobre la oferta: nadie ha participado. La incredulidad se apoderó de ella y comenzó a hablar con otras colegas de profesión que sabía que se habían postulado para el puesto. “Una compañera llamó al centro y fue cuando nos enteramos de que esa plaza se la han asignado a alguien, pero no sabemos de qué manera, puesto que no apareció nunca de manera oficial”, reitera la docente, al igual que todas sus compañeras.
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