Mucho en la carrera de José Manuel Miñones se explica por las carambolas de la vida. El nuevo ministro de Sanidad (Santiago, 50 años) en sustitución de Carolina Darias se imaginaba un futuro como investigador universitario y todavía vivía alejado de la política en 2005, cuando los problemas de la urbanización de chalés en la que pocos años antes se había instalado le empujaron a participar activamente en la asociación de vecinos. Él, en realidad, iba para boticario, o profesor de Farmacia, la carrera que estudió en la Universidad de Santiago siguiendo los pasos de su padre, que fue catedrático de Física y Química en esa facultad. Pero el destino le esperaba a las afueras de Compostela, en el municipio residencial de Ames (A Coruña, 32.000 habitantes), un pueblo pujante que desde hace décadas lleva una inercia contraria a la mayoría de las localidades gallegas, porque crece y se rejuvenece. Allí, un joven José Miñones se estableció al filo del cambio de milenio, en una gran urbanización de chalés llamada Aldea Nova. Los problemas de la comunidad le hicieron implicarse en la Asociación de Vecinos, de la que se convirtió en vicepresidente. Así fue cómo descubrió su interés por la política, un lustro después, en las reuniones que el colectivo empezó a tener con el entonces alcalde de Ames, el socialista Carlos Fernández.
El entonces alcalde, y que también fue presidente de la Federación Galega de Municipios y Provincias, lo incluyó pronto en su lista electoral (2007). En 2009, José Miñones se convirtió en concejal de Educación y también de Reforma Administrativa, Nuevas Tecnologías y Sanidad, y después, cuando ocupó la alcaldía el popular Santiago Amor, se mantuvo en la corporación municipal dentro de la oposición, ya como portavoz de su grupo. Hasta las elecciones de 2015, en que pasó a liderar un gobierno en precario, con solo cuatro concejales de 21, gracias al pacto con el Bloque Nacionalista Galego y los votos de Ames Novo y Contigo Pódese. En 2019 dobló su número de ediles y siguió al frente con gracias a la alianza con los grupos de izquierda en una corporación municipal muy fragmentada. En marzo de 2021 renunció a la alcaldía cuando Pedro Sánchez lo nombró delegado del Gobierno en Galicia para sustituir al también socialista Javier Losada de Azpiazu, exalcalde de A Coruña y anestesista de profesión.
Políticamente, José Miñones se ha mantenido aparentemente alejado de las luchas internas del socialismo gallego, pero se significó a favor de Pedro Sánchez desde que el presidente del Gobierno aspiraba a liderar el partido en España. Su fidelidad, que empezó con la carambola de la asociación vecinal de Aldea Nova (donde curiosamente también vivió otro delegado del Gobierno socialista en tiempos de Zapatero, Manuel Ameijeiras), se vio desde entonces compensada. Pero la vocación primera de este padre de familia con dos hijos estaba encaminada dentro de la universidad. Licenciado en Farmacia en 1997, fue distinguido con el Premio Extraordinario por su tesis doctoral en 2001 y fue becado como investigador del programa Parga Pondal en aquellos años en que empezó a flirtear con la política. Además de ejercer en Compostela como profesor de Física y Química en la Facultad de Farmacia, fue becario de la Universidad de Sevilla.
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