El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha advertido este lunes de que los países miembros de la Alianza no gastan lo suficiente en defensa y que el compromiso de dedicar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a gasto militar no basta. “Estoy muy preocupado por la situación de seguridad de Europa. No estamos en guerra, pero tampoco en paz. Debemos invertir más en defensa. Gastar más, mejor y producir más”, ha dicho en una comparecencia en el Parlamento Europeo en un momento en el que aumenta el debate sobre alcanzar un nuevo compromiso de gasto en la OTAN, avivado por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos “Hoy estamos a salvo, pero podríamos no estarlo dentro de cinco años”, ha lanzado Rutte.
El antiguo primer ministro holandés, que durante su mandato de más de 13 años fue paladín de los frugales, ha abandonado esa postura e insta con fuerza a incrementar la inversión. Algo que puede no ser sencillo para países como España —a la cola de los 32 aliados en gasto militar, con un 1,28% de su PIB— hacia los que se incrementa la presión para que cumplan cuanto antes el compromiso de dedicar el 2% acordado hace más de diez años en Gales. Se prevé que los aliados pacten un nuevo objetivo de gasto, posiblemente el 3%, según varias fuentes aliadas, en la cumbre de La Haya del próximo mes de julio. Pero Trump ya está agitando otra cifra mucho más alta: el 5%, pese a que Estados Unidos dedica el 3,38%, según datos de la Alianza Atlántica.
“Cuando digo gastar más me refiero a compras conjuntas, a innovación pero también a nivel de gasto. El 2% no está cerca de ser suficiente y si no se hace habrá que empezar a tomar cursos de ruso o irse a Nueva Zelanda”, ha dicho Rutte tras las preguntas de los eurodiputados. El holandés ha alertado también de que Rusia está incrementado su guerra híbrida contra los aliados de la OTAN. “Rusia está acelerando su campaña de desestabilización de nuestros países. Algunos lo llaman amenaza híbrida. Yo lo considero desestabilización”, ha apuntado. “La UE está expuesta a desinformación o al uso de la migración como arma”, ha añadido.
La guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania, que está a pocas semanas de cumplir su tercer aniversario, ha terminado de despertar a la mayoría de los aliados europeos sobre la amenaza del Kremlin y las grietas en la defensa europea. La invasión pilló a la industria de defensa europea bajo mínimos. Ahora, la Unión Europea —23 de sus 27 países son miembros de la OTAN—, que el año pasado propuso dedicar 1.500 millones de euros para potenciar la industria y presentó una nueva e inédita estrategia de defensa, debate nuevas fórmulas para apoyar a la industria, proyectos estratégicos y también opciones de gasto conjunto. Los líderes de los 27 Estados miembros de la UE se reunirán el 3 de febrero en Bélgica para hablar sobre defensa, uno de los temas cruciales de la legislatura.
Algunos Estados miembros de la Unión, como Francia, han planteado que se deberían primar los contratos con las empresas europeas. Rutte ha argumentado contra esa medida. “Debemos evitar crear nuevas barreras entre aliados que solo aumentarían los costes, complicarían la producción y obstaculizarían la innovación”, ha dicho en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. “Creo que la participación de los aliados no pertenecientes a la UE en los esfuerzos industriales de defensa de la UE es vital para la seguridad de Europa. La cooperación transatlántica en materia de defensa nos hace a todos más fuertes”, ha dicho.