El fútbol tiene estas cosas. Mamardashvili había sido el mejor jugador del Valencia. Su equipo ganaba en el minuto 94 después de un gol de Rioja. El Sevilla lo pasaba mal, con su afición muy enfadada. Llegó Pedrosa y lanzó un disparo desde fuera del área, a la desesperada, que el gran portero del Valencia se tragó. Fue el epílogo a un partido que acabó en empate y en donde dos grandes como Sevilla y Valencia mostraron sus carencias. Los sevillanos, en medio de un terrible ambiente en contra, al menos están en la zona tranquila de la clasificación, con el descenso a siete puntos. La situación del Valencia es dramática, colista a tres puntos de la salvación después del triunfo del Valladolid frente al Betis. Un escenario en el que tendrá que moverse con mucha habilidad Carlos Corberán, que estuvo a punto de lograr su primer triunfo en la Liga. Lo tuvo en la mano, pero al perro flaco todo se le vuelven pulgas.
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Ørjan Nyland, Nemanja Gudelj, José Ángel Carmona (Juanlu Sánchez, min. 68), Kike Salas (Adrià Pedrosa, min. 77), Loïc Badé, Saúl Ñíguez (Peque Fernández, min. 85), Djibril Sow (Stanis Idumbo Muzambo, min. 78), Dodi Lukébakio, Albert Sambi Lokonga, Lucien Agoumé (Rubén Vargas, min. 68) y Isaac Romero
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Giorgi Mamardashvili, Dimitri Foulquier, José Gayà (Yarek Gasiorowski, min. 67), Cristhian Mosquera, César Tárrega, Diego López (Sergi Canós, min. 68), Javi Guerra, André Almeida (Pepelu, min. 77), Luis Rioja, Enzo Barrenechea (Jesús Vázquez, min. 93) y Hugo Duro (Umar Sadiq, min. 68)
Goles
0-1 min. 60: Luis Rioja. 1-1 min. 92: Adrià Pedrosa
Arbitro Francisco José Hernández Maeso
Tarjetas amarillas
Foulquier (min. 33), Djibril Sow (min. 69), Sadiq (min. 74)
Ocurrió justo en el minuto 45. Badé había cedido un saque de esquina de manera absurda como el prólogo a un discreto primer tiempo ante el Valencia. Entonces, la grada de Nervión estalló. Pidió a gritos la dimisión del consejo de administración de su club, presidido por José María del Nido Carrasco, triunfante en las juntas de accionistas ante su padre, pero perdedor ante su gente. Curiosamente, a lo largo del primer tiempo asomaron en la grada visitante los gritos de “Peter vete ya”. Los cientos de valencianistas desplazados a Sevilla despotricaron contra Lim, el dueño de su club, pero no de su sentimiento. “Los edificios arden, las personas mueren. El amor verdadero es para siempre”, había sentenciado la afición del Sevilla en una enorme pancarta.
Y sobre el césped aparecieron dos fantasmas. Dos equipos grandes sumidos en una profunda crisis por culpa de la mala praxis de sus dirigentes. Carlos Corberán le intenta dar sentido a un equipo sin gol, con algo de vitalidad, pero con escasa calidad. El Valencia llegó como colista a Nervión e intentó asustar con Rioja por la izquierda para agobiar a Kike Salas. Fueron armas de fogueo ante un Sevilla con muchos centrocampistas y poco juego.
En el conjunto andaluz, solo se elevó la figura de Isaac. Un delantero con capacidad para combinar y rematar. Su disparo en el minuto 24 lo despachó Mamardashvili con un paradón. El portero es lo mejor que tiene el Valencia, bien plantado en el campo, digno, pero muy limitado. Lukébakio, que se las tuvo con Gayà, le dio un gran pase a Saúl en el minuto 45. El madrileño lanzó al lateral de la red.
Resultaba evidente que un error podía decantar el resultado a favor de uno u otro. Mamardashvili, soberbio, le hizo otro paradón a Lukébakio en un disparo lejano. Era el minuto 56 y todavía Saúl peinó un balón con mucho peligro en el 57 a la salida de un córner. Y llegó el error. El Valencia logró un gol casi de la nada. Un buen balón en largo, eso sí, del protagonista Mamardashvili fue peinado por Hugo Duro para dejar solo a Rioja. El colapso de la defensa sevillista fue monumental. Rioja, bético de corazón, le asestó un buen golpe al Sevilla.
El ambiente se convirtió en propicio para el Valencia, con la grada enfadada y los jugadores del Sevilla en pleno marasmo. De la parálisis emergió Vargas, flamante fichaje de invierno del Sevilla, que debutó con muy buenas maneras. El delantero suizo se sacó de la manga un estupendo disparo desde el borde del área que dio en el palo. Era el minuto 89. El partido se le escapaba al Sevilla mientras el Valencia defendió con cierto orden, hasta que Pedrosa lo tumbó. “Hemos trabajado el partido hasta el final y se nos ha ido el triunfo en una acción en el descuento”, afirmó Carlos Corberán. “Tenemos que seguir creciendo en madurez, no nos sirve otra cosa”, indicó después de que su equipo perdiera puntos en el tiempo de descuento, como le pasó contra el Madrid.