“No hace falta ser de izquierdas, ni de centro, ni de derechas para mirar con enorme tristeza y terror los años oscuros del franquismo y temer que ese retroceso se repita. Basta con ser demócratas”, ha asegurado este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el acto de presentación del calendario de eventos con los que el Ejecutivo, con la ayuda de un comité científico, pretende “celebrar la gran transformación del país” en el año en que se cumple medio siglo de la muerte del dictador Francisco Franco.
Pronunció su discurso en el Museo Reina Sofía, casa del Guernica, el cuadro en el que Picasso condensó el horror de la Guerra Civil y que volvió a España desde el Moma de Nueva York ya en democracia ―como el pintor malagueño había pedido― y lo hizo ante un auditorio abarrotado en el que no estaba ningún representante de la derecha. El PP se ha burlado de los actos antes de conocer su contenido ―la agenda se ha dado a conocer este miércoles―, pero Sánchez insiste en involucrar al principal partido de la oposición en esa celebración, que es, además, un recordatorio: “Los valores y los regímenes autocráticos están avanzando. El fascismo que creímos dejar atrás, es ya la tercera fuerza política en Europa. Y la internacional ultraderechista, liderada por el hombre más rico del planeta”, añadió el presidente refiriéndose a Elon Musk, dueño de la red social X y aliado de Donald Trump, “ataca abiertamente a nuestras instituciones, azuza el odio y llama a apoyar a los herederos del nazismo en Alemania. Es un desafío que debería interpelarnos a todos los que creemos en la democracia y en la Constitución. La libertad nunca se conquista de forma permanente. Se puede perder. Puede volver a ocurrir”.
La comisionada para los actos, englobados bajo el título España en libertad, la historiadora Carmina Gustrán Loscos, de la Universidad de Zaragoza, explicó que uno de los objetivos es “mirar al futuro” y “transmitir a los jóvenes los valores de la democracia en un momento en que da signos de retroceso en buena parte del mundo”. Por ese motivo, una gran parte de las actividades programadas, que se extenderán por todo el territorio nacional y también fuera de España, tendrán formatos específicos para la población que ha vivido toda su vida en democracia, como cómics, juegos y aplicaciones, unidades didácticas, viajes de estudios para jóvenes siguiendo las huellas del exilio, concursos y hasta una scape room itinerante.
Habrá también una veintena de muestras artísticas e históricas, espectáculos de música y danza, se declararán 30 lugares de memoria, y el Rey, que no ha asistido este miércoles al evento por motivos de agenda ―coincidía con la recepción de los nuevos embajadores―, participará este mes en los actos del 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz (Polonia).
El acto de este miércoles acogió también un coloquio entre la periodista Soledad Gallego-Díaz, de 74 años, primera mujer en dirigir este diario, y Javier Padilla, de 42, autor del libro A finales de enero, sobre el asesinato en 1969, durante la dictadura, del estudiante Enrique Ruano, miembro del llamado Frente de Liberación Popular, mientras era custodiado por la policía franquista. “Cuando mataron a Ruano”, explicó la periodista, “yo tenía 18 años y faltaban tres décadas para que él [Padilla] naciera. Me produjo una emoción enorme encontrar a un joven como él que se preocupaba por investigar el movimiento estudiantil que yo había vivido”.
Una encuesta reciente del instituto 40dB. para EL PAÍS mostró que un 26% de los jóvenes varones prefiere “en algunas circunstancias” el autoritarismo a la democracia y un estudio de 2022 reveló profundas lagunas entre los estudiantes sobre la historia de su propio país, llegando a escucharse en un aula que “la Guerra Civil” se debió a que “el pueblo se rebeló contra Franco”. Gallego-Díaz abundó sobre ello: “Falta información. La mayoría de las cosas que hacen los jóvenes hoy en mi juventud estaban prohibidas y por una parte importante de ellas te llevarían a la cárcel. Es importante que los jóvenes sean conscientes. Por muchos defectos que encuentren en la democracia, es el único régimen que les permite expresarse”.
El acto concluyó con la actuación musical de la artista Jimena Amarillo, que interpretó una versión moderna de Libertad sin ira mientras se proyectaba un vídeo con imágenes de Santiago Carrillo y Manuel Fraga en la Transición, los Reyes eméritos, las Fuerzas Armadas en misiones de paz, las primeras bodas entre personas del mismo sexo, los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, las grandes estrellas del deporte español y los nuevos españoles, como el jugador del Barça Lamine Yamal o la atleta Ana Peleteiro… Estampas aglutinadoras que solo contempló una parte del arco parlamentario. La otra, de momento, da la espalda a la efeméride.