María Jesús Montero (Sevilla, 58 años) siempre ha mantenido que no aconseja trabajar 24 horas como ella hace, aunque ahora deberá multiplicarse. “Uno de los males de los políticos es que dedicamos demasiado tiempo. Hay que estar en la calle para saber qué pasa”, ha dicho en alguna ocasión. Montero presentará este miércoles por la tarde su candidatura a la secretaría general del PSOE de Andalucía en la sede provincial de Sevilla donde ha convocado un encuentro con la militancia, después de que ayer Juan Espadas anunciara su renuncia a la reelección como venían pidiendo hace tiempo una gran mayoría del partido. Se va, explicó ayer, para apoyar “una opción ganadora”. La de Montero era la única vía que taponaba la guerra interna.
La ministra tiene pensado compatibilizar el liderazgo del PSOE en Andalucía con la vorágine negociadora de Hacienda, donde cada puntada de acuerdos que van y vienen abren rotos en algunos territorios como el andaluz, donde la financiación singular de Cataluña chirría. Ahí la espera el PP andaluz con toda una batería de demandas y recordatorios.
Los socialistas andaluces no están ahora para meterse en esas disquisiciones. Han pasado de manera veloz la página de Juan Espadas, cree que su marcha cierra un “ciclo perverso” desde la etapa de Susana Díaz y consideran que solo la sevillana envía un potente mensaje a su electorado de que van a presentar a lo mejor que tienen para competir con el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, muy consolidado y más fuerte que las siglas del PP, admiten dirigentes socialistas. “No hay ninguna incompatibilidad ni de origen ni de ejercicio”, aseguran varias fuentes andaluzas.
Tampoco en el Gobierno del que forma parte al frente de la vicepresidencia primera y del Ministerio de Hacienda ven problema alguno. Para la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Pilar Alegría, es “perfectamente compatible” compaginar un ministerio con el liderazgo territorial de un partido. A las reclamaciones del Partido Popular de que Montero debe dimitir del Ejecutivo, contestan desde el Gobierno de Pedro Sánchez recordando que Javier Arenas también combinó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la presidencia del PP andaluz entre 1996 y 1999.
Como responsable de Hacienda, Montero tiene varios frentes abiertos con los partidos que apoyaron la investidura de Sánchez para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, decretos ley que se hacen y deshacen, una negociación ad hoc para la financiación singular de Cataluña y una propuesta para propiciar la quita de la deuda a comunidades autónomas y ayuntamientos, origen del acuerdo con ERC para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en noviembre de 2023. Este mes está prevista, aunque aún no hay fecha, una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar el alivio de los números rojos autonómicos y municipales.
Montero no tenía pensado liderar el PSOE andaluz. Aunque no se le ha oído dar ningún nombre, su apuesta era por una mujer de otra generación y trabajar a ocho años vista. Aunque los socialistas aseguran que en las elecciones andaluzas previstas para 2026 salen a ganar, muy pocos creen que eso sea posible. Juan Manuel Moreno gobierna con mayoría absoluta fijada en 55 de los 109 escaños. Tiene 58 y suma con los 14 de Vox, un total de 72. El PSOE tiene 30 y los dos grupos a su izquierda, que van separados, juntan siete. Las encuestas conocidas no dan variaciones para desequilibrar esos bloques que permita barruntar en estos momentos un vuelco político en Andalucía.
Montero se ha visto obligada a dar este paso por la incapacidad del PSOE andaluz para llegar a un acuerdo de manera autónoma. Querían que Pedro Sánchez se lo “diera hecho” como admitió un dirigente. Horas antes de que Espadas compareciera en rueda de prensa para explicar su renuncia a su reelección, muy pocos secretarios generales provinciales sabían su decisión. “Se acordó la noche del lunes por la trilateral formada por Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Juan Espadas”, asegura una fuente conocedora de la negociación. Esa misma noche, algunos entraron en modo pánico por la falta absoluta de información de lo que se estaba gestando y ante el temor de que el exalcalde de Sevilla mantuviera su opinión de continuar.
Evitar las primarias ha sido siempre una prioridad entre los dirigentes socialistas andaluces, porque aún tiene rasguños del enfrentamiento a cara de perro entre Pedro Sánchez y Susana Díaz y de esta con Espadas en 2021. Los socialistas confían en la capacidad de Montero en hacer equipos. En el ministerio sigue con la gente que trabajaba con ella desde su etapa en la Junta, primero en la Consejería de Salud y luego en la de Hacienda.
Un partido en horas bajas
Montero, que nunca ha sentido apego por el trabajo orgánico, se va a encontrar un PSOE andaluz en sus horas más bajas. Para muchos lo principal es la recuperación del partido, con un equipo cohesionado que maneje lo último en comunicación política, “pero que sepa qué son las casas del pueblo y consiga abrirlas”, asegura un veterano. Confían en que su alto nivel de conocimiento y de convocatoria ―muy pocas asociaciones se atreven a ir a la sede andaluza del PSOE a compartir fotos― suponga un revulsivo. Pero también hay dirigentes socialistas que opinan que no le favorece su veteranía y su presencia en los tres últimos gobiernos socialistas con Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz.
El PP se ha encargado ya de sacar brillo a esas fotos. “Es muy difícil encontrar una trayectoria de alguien que haya maltratado más a Andalucía que la señora Montero, que además fue la consejera de los gobiernos de los ERE y dirigió la sanidad andaluza en los momentos de más colapso de los hospitales y de los centros de salud”, opinó ayer el secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo.
Antes de asumir el cargo, María Jesús Montero tendrá que recabar avales, porque en el horizonte hay otro competidor, el catedrático de la Universidad de Sevilla Luis Ángel Hierro. Ambos necesitan reunir unas 4.900 firmas para pasar a la siguiente fase. Muy pocos creen que Hierro lo consiga, pero nunca se sabe. La ministra hará la presentación de su candidatura fuera de la sede regional, en la sede del PSOE de Sevilla. Hierro pidió la sala de prensa y no se la dieron. Las declaraciones las hizo en el zaguán de San Vicente. Montero no quiere ningún soportal.