Los bancos españoles deberán contar en 2025 con 3.500 millones de euros más en sus reservas anticrisis. El Banco Central Europeo ha elevado los requisitos mínimos de capital que deberán mantener las entidades en comparación con el año pasado, después de concluir su ejercicio de evaluación del riesgo de cada banco, aunque todos cumplen holgadamente con los nuevos requisitos.
A partir del día 1 de enero, Santander deberá contar con una ratio CET1, que es el indicador que se utiliza como referencia para medir la solvencia financiera, del 9,67%, lo que supone 0,07 puntos porcentuales más que el año pasado. BBVA debe mantener un nivel capital del 9,13% (+0,04 puntos), CaixaBank del 8,68% (+0,07 puntos) y Bankinter deberá mantener como mínimo una ratio del 7,81% (+ 0,008). Para Unicaja los requisitos son del 8,21%, lo que supone 0,06 puntos porcentuales menos que las exigencias para 2024.
Haciendo un cálculo para saber cuánto dinero supondrán los nuevos requisitos en millones de euros, BBVA deberá contar con 2.110 millones más que el año pasado. Para CaixaBank las exigencias son de 981 millones más, Bankinter tendrá que atesorar como mínimo 273 millones más que el año pasado, Santander con 190 millones más y Sabadell con 117 millones. En Unicaja, los requisitos son de unos 148 millones menos que hace un año. Se trata de actualizaciones que realiza el BCE analizando el perfil de riesgo de cada banco.
Hay que tener en cuenta que los datos se han calculado tomando como referencia las cifras a cierre de septiembre, que son los últimos datos publicados por las entidades, y en los últimos tres meses habrán experimentado alguna variación, por lo que la cifra final aún no está cerrada. Igualmente, en general, es normal que los requisitos aumenten porque los bancos van engrosando su balance y, al hacerlo, también crece el volumen de activos de riesgo.
Cada año, el supervisor realiza un ejercicio de evaluación (SREP, por sus siglas en inglés) en el que determina los niveles de capital mínimo con los que debe contar cada entidad de la Unión Europea en función de los riesgos que tiene en su balance. Por eso para cada banco la cifra de requisitos es diferente. El objetivo es que los bancos cuenten con suficientes capas de reserva para hacer frente a posibles crisis y evitar focos de inestabilidad en el sistema financiero.
En el caso de Unicaja, el banco ha rebajado en el último año más de 1.500 millones los activos peligrosos, por lo que cuenta con un mejor perfil y un balance más saneado que ha permitido rebajar las exigencias del supervisor. Santander también ha rebajado el volumen de activos de riesgo, por eso su requisito no aumenta en exceso. El resto de los bancos ha elevado el volumen de activos de riesgo, que los instrumentos de capital, especialmente BBVA, y de ahí que sus requisitos sean más altos para 2025.
En cualquier caso, los bancos están sobradamente cubiertos. Teniendo en cuenta las cifras que han reportado las entidades a cierre de septiembre, todas cuentan con instrumentos de capital de más del 30% de lo que les exige el supervisor. Unicaja tiene una ratio del 15,4% frente a un requisito del con un volumen de que es un 87% superior a lo que le reclamará el BCE a partir del 1 de enero. Bankinter cuenta con una ratio del 12,56% frente un requisito del 7,81% (traducido en millones el 60% más), Sabadell mantiene un 13,8%, muy superior al 8,95% que le reclama el BCE (en millones sería un 54% más). En el caso de CaixaBank, cuenta con una CET1 del 12,2% y el supervisor le exige un 8,68%. El banco catalán cuenta con un 41% más de instrumentos de capital que los mínimos regulatorios. Es la misma situación de BBVA, que atesora una ratio del 12,84% frente al 9,13% que le pide el BCE para 2025. Y Santander mantiene un nivel del 12,5%, también muy superior al 9,67% que le ha marcado el supervisor.
Más allá de las exigencias a las que obliga el BCE, los bancos establecen objetivos de capital más ambiciosos y que en general se sitúan en torno al 12%. Gracias a los beneficios históricos que vienen cosechando los bancos en los últimos dos años, han podido generar capital incluso por encima de sus propios objetivos, lo que les permite acometer los programas de recompra de acciones ya comprometidos con el mercado y el reparto de generosos dividendos a sus accionistas que, previsiblemente, serán los más altos de los últimos años. Según las estimaciones de Bloomberg, BBVA elevará un 78% el dividendo y pagará 0,795 euros netos por acción a cargo del ejercicio, Santander abonará 0,216 euros por títulos, lo que supone un un 51%. CaixaBank elevará el pago anual a sus inversores un 49% hasta 0,471 euros, Sabadell lo hará en un 247% hasta 0,17 euros por acción, Unicaja distribuirá 0,11 euros por acción (+175%) y Bankinter unos 0,52 euros (+37%).
La gestión del capital se trata de un asunto delicado. Por un lado, los bancos tienen que estar perfectamente pertrechados para resistir cualquier impacto. Por otro, las entidades buscan un equilibrio porque una ratio demasiado alta puede ser ineficiente en términos de rentabilidad. No obstante, ahí entra en juego la presión del BCE para que aumenten las defensas.
Porque aunque el supervisor establece un nivel concreto que los bancos deben cumplir obligatoriamente, realmente viene pidiendo precaución y que las entidades destinen buena parte de sus ganancias a reforzar los colchones de capital. Aunque la crisis financiera de 2008 queda lejos. En el último informe de estabilidad financiera, el propio BCE advertía de que las carteras de créditos estaban comenzando a sufrir impagos y por ello debían prepararse para dotar más provisiones con las que hacer frente a las posibles insolvencias.