La economía española sigue exhibiendo tasas de crecimiento muy robustas en un claro contraste con la atonía que predomina en algunos de los principales países de la eurozona como Alemania y Francia. Según la confirmación que ha publicado este lunes el INE, el producto interior bruto avanzó entre julio y septiembre un 0,8% trimestral. Acumula así cinco trimestres consecutivos creciendo a tasas del 0,7% o por encima.
Los motores del crecimiento en este tercer trimestre han sido, por un lado, el consumo privado, que avanzó un 1,2% gracias a la mejora del empleo y la gradual recuperación de poder adquisitivo de los salarios en un contexto de moderación de los precios. Y por otro, el consumo público, que se expandió un 2,5%. Pese a representar solo un 20% de la actividad, el sector público supone la mitad del crecimiento registrado en la economía desde la pandemia. La inversión sigue ofreciendo señales preocupantes: retrocede en el trimestre un 1,3% a pesar de los fondos europeos y el inicio de las rebajas de tipos de interés. Y el sector exterior tiene una pequeña contribución negativa, porque aunque las exportaciones suben un 0,4%, las importaciones crecen más: un 0,9% debido a que la recuperación del consumo privado doméstico tira de estas.
Por sectores, suben en el trimestre las actividades profesionales (1% trimestral), las financieras (1,1%), la administración, educación y sanidad (1,4%) y la agricultura (1,1%). Se disparan un 4,5% las actividades recreativas en estos meses estivales. Pero se cae la construcción un 1,5% trimestral, a pesar de las necesidades del mercado de la vivienda en un momento en el que además el sector alega que le cuesta encontrar mano de obra.
En tasas interanuales, la actividad se acelera ligeramente hasta el 3,3% interanual. Y ahí la rúbrica que más empuja es el consumo público, con un 5,1% de incremento. El consumo privado suma un 3%. Y las exportaciones crecen un 4,3%, favorecidas por el fuerte impulso del turismo y los servicios empresariales, mientras que las importaciones aumentan un 3,2%. La inversión apenas repunta un 1,6% interanual.