El traslado del carril bici que enfrenta a los ciclistas con el Ayuntamiento de Valladolid: “Nos perjudican para beneficiar a los coches” | España


El aparato ronda el medio millón de bicicletas o patinetes contabilizados en 2024 aunque hoy lleva cero. Ayer también cero. Y el anterior. La máquina que registra el uso del carril bici del paseo de Isabel la Católica de Valladolid acumula semanas hibernando mientras alrededor reina el trasiego: unos obreros trabajan sobre el parque contiguo para crear una nueva vía ciclista, previa a eliminar el ancho y recto trazado actual, que resta un carril para coches en favor del transporte sostenible. El Ayuntamiento (PP y Vox) ejecuta uno de sus proyectos estrella entre críticas ciclistas por favorecer al vehículo privado. Además, implica un millón de euros y denuncian que resta eficiencia a los desplazamientos por ampliar distancia, añadir desnivel o suponer riesgos de cruzarse con ancianos, niños o mascotas por el parque: “Nos perjudican para beneficiar a los coches”. El consistorio insiste: “Van igualmente de A a B, menos recto pero más amable”.

Los usuarios no quieren un amable paseo junto al río Pisuerga sino llegar de A a B lo más rápido posible. El plan municipal implica rodear por dentro del parque de Las Moreras, con algunos desniveles, curvas más acusadas, más sometido a la humedad del cauce, a las heladas y a resbaladizas hojas de la arboleda. Más bonito para pedalear un domingo pero menos útil para ir al trabajo un lunes; 1,1 kilómetros frente a 800 metros actuales. También lamentan los ciclistas que incluya tantos cruces con peatones, hasta 19 según el nuevo diseño, por el riesgo a estamparse contra ancianos despistados, niños revoltosos o perros inquietos. De fondo, la sensación de que se defiende al vehículo privado frente a opciones sanas y sostenibles. El concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca (PP), y un técnico del Ayuntamiento se citan con EL PAÍS una mañana para pasear por el nuevo recorrido, parcialmente en obras, y explicarlo. Entretanto, por el carril aún operativo pero pronto desmantelado, un flujo constante de dos ruedas o patinetes. Sus apreciaciones se contrastan con los pareceres de dos miembros de la Asamblea Ciclista de Valladolid, Roberto Trapote, consultado antes del diálogo con Alberca, y Giovanni Olcese, citado después de hablar con el concejal para refutar sus palabras.

Giovanni Olcese (derecha) charla con un usuario del carril bici de Valladolid.
Giovanni Olcese (derecha) charla con un usuario del carril bici de Valladolid.Emilio Fraile

La obra cuesta unos 810.000 euros mientras que el carril previo, efectuado por PSOE y Valladolid Toma La Palabra, acarreó unos 200.000. El edil insiste en que el tramo a motor presenta atascos, sobre todo en las horas punta. Durante varias fases del día apenas tiene tráfico, responden Trapote y Olcese, pues el tiempo de embotellamiento ronda unos dos minutos extra durante esos momentos concretos. Alberca esgrime la lejanía sobre los automóviles del nuevo recorrido -”creo que se va mejor en bici por dentro que por fuera”- y se pregunta por la tipología del carril por eliminar: “¿Esto es un carril bici o calzada readaptada?”. Trapote cuestiona el argumento de la seguridad: “¿Cuántos accidentes ha habido con bicis o patinetes en ese tramo en estos años?”. No constan especiales siniestros, destaca. Además, inquiere si han tenido en cuenta que durante las Fiestas de Valladolid hay botellón unas dos semanas seguidas en el entorno del carril nuevo. Alberca resta importancia: “No lo hemos pensado… esperemos que no pase nada”.

Olcese señala usos inapropiados de la nueva pista verde ya pintada en algunos pasajes: dos ancianos con bastón, gente paseando a los perros por el medio, matrimonios mirando los jardines anexos, niños corriendo… La falta de costumbre de que por ahí puedan circular velocípedos a cierta velocidad y el escaso margen entre algunos cruces y la senda, sospecha, generarán conflictos. El ciclista recuerda que las ambulancias utilizan el carril bici para, en caso de atasco, adelantar limpiamente a los coches por la derecha y ganar tiempo. Alberca responde que en el futuro los conductores se podrán apartar y abrir un hueco interior.

El político reitera que la vía en obras “no perjudica a la movilidad ciclista ni peatonal, es una alternativa más” mientras Olcese contraataca: “La sensación es de inutilidad e incomodidad, desvíos con tirabuzón y saltos hacia atrás; la bici queda como algo secundario o no para desplazamientos, también hay que hablar del enorme uso de los patinetes”. Tampoco gusta que el diseño inminente tenga menos bocas o incorporaciones desde otras calles del centro reduciendo su posibilidad de uso y la agilidad para acceder a diversos destinos. “¡Por beneficiar a los coches se perjudica al ciclista!”, alega, molesto porque cree que estas políticas rompen con la tendencia general de favorecer a las bicicletas o recursos no contaminantes.

Una mujer pasa frente a las obras del carril bici en Valladolid.
Una mujer pasa frente a las obras del carril bici en Valladolid.Emilio Fraile

“La propuesta es aberrante y poco útil”

La conversación con el ciclista vallisoletano transcurre junto al contador paralizado y por ahí pedalea Carlos Mínguez, de 40 años, con una bicicleta dotada de un espacio frontal con capota que usa para transportar a sus hijos al colegio: “Los llevo a todas partes y luego tiro al trabajo, la propuesta es aberrante y poco útil”. Mínguez cree que por eficiencia y rapidez tendrá que utilizar el asfalto de los coches, algo que otros usuarios han advertido que harán por las molestias ocasionadas por el desvío. Para el edil, no hay problema: “La libertad es lo que tiene, si quieren usar la calzada, que la usen”. Olcese protesta: “Los adalides de la libertad nos quitan libertad a los ciclistas para ir por un carril bici que funciona bien”. Este sábado varias plataformas locales han convocado una concentración en la zona afectada para reclamar que se mantenga el modelo vigente. Se apoyan asimismo en una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que anuló la ordenanza por la cual la corporación PP-Vox eliminaba los cauces específicos de bicis y buses. El consistorio puede recurrir y aprobar un plan en regla, no mediante ordenanza, que incluye estas alteraciones sin verse obligado a retroceder.

Los plazos previstos establecen que para verano ya esté construido el nuevo pasaje y se suprima del todo el carril actual, recuperando el doble canal anterior. “Era un clamor la obcecación del Ayuntamiento anterior por la movilidad, sobre todo en lo que hemos modificado, no eran buenas soluciones”, esgrime Alberca, sobre un carril bici suprimido, otro en proceso y varias vías taxi-bus también retiradas. El Ayuntamiento asegura estar construyendo más carriles para ciclistas pero no ha ejecutado varios proyectos establecidos en planes anteriores. “La gente nos felicita”, apunta Alberca, aunque durante el paseo por Isabel la Católica solo una señora con poca pinta de ciclista se para a emitir una observación: “Vaya mierda que han hecho”.

Una pareja pasea por el nuevo carril bici de la avenida Isabel la Católica.
Una pareja pasea por el nuevo carril bici de la avenida Isabel la Católica.Emilio Fraile



source