El sector de los espirituosos prevé un año plano y señala a la hostelería: “Hay que reflexionar si 14 euros por una copa es un precio de mercado” | Empresas



Las compañías de bebidas espirituosas apuntan a un cierre de año plano en ventas, algo que podrá conseguir gracias a una recta final de año positiva, que permitirá compensar la tendencia negativa de los primeros meses del año. De confirmarse la previsión de la patronal del sector, Espirituosos de España, el balance del año será más favorable que el de 2023, cuando experimentó un retroceso del 6% en los volúmenes comercializados, con 187 millones de litros.

“Esperamos que los últimos cuatro meses del año permitan recuperar un inicio que fue muy malo, y un verano que no fue tan bueno como se esperaba”, ha explicado este jueves Bosco Torremocha, director de la asociación. La evolución del sector de los espirituosos dista de la que sigue el conjunto del sector de la hostelería, que representa el 60% de sus ventas. Hostelería de España, patronal del sector, presentó esta semana un balance positivo para la actividad, con un 2023 que registró un avance de la facturación del 21% con respecto al año anterior, y una previsión para 2024 de crecimiento del 6%.

Una de las explicaciones a esta diferencia de tendencias es, a juicio de Torremocha, los precios a los que se comercializan las bebidas espirituosas en el canal hostelero. “Hay que hacer una reflexión”, ha explicado el directivo. “La evolución del precio de la copa ha sido exponencial. Se han establecido unos valores que hoy han quedado desactualizados. Hay que hacer una reflexión por parte del canal hostelero, de si una copa por 14 euros está dentro de los niveles del mercado o no”, ha explicado el director de la patronal de los espirituosos. Este ha reconocido el aumento de los costes, pero ha insistido en la idea de unos precios demasiado elevados, que el canal de la distribución alimentaria, que supone el 40% de sus ventas, no ha trasladado en la misma proporción.

La campaña de Navidad sí se presenta con perspectivas positivas para el sector, siguiendo la trayectoria ascendente de las ventas de octubre y noviembre, con la excepción de la Comunidad Valenciana, donde el sector hostelero afronta una dura labor de reconstrucción tras la destrucción que dejó a su paso la dana de finales de octubre. Bosco Torremocha ha llamado la atención sobre las “cancelaciones masivas” de reservas no solo en las zonas afectadas, tanto en Valencia, como en Castellón y Alicante. “Esto no hace sino dificultar la recuperación”.

Lo que sí sigue respondiendo de forma satisfactoria para el sector son las exportaciones. En 2023 estas mejoraron cerca de un 5%, algo relevante en tanto que el 49% de la producción de este tipo de bebidas se destina a la venta exterior. Los mercados asiáticos siguen siendo un destino al alza, al igual que países europeos como Alemania y Reino Unido, mientras que EE UU se resiente en los últimos meses por la incertidumbre macroeconómica generada por el proceso electoral. “La política tiene mucho que ver con las perspectivas de compra”, ha recalcado Bosco Torremocha, quien ha señalado el mercado latinoamericano como un “vector de crecimiento”.

Los cócteles, al alza

En cuanto a tendencias, whisky, licores y ginebra siguen comandando la lista de espirituosos más demandados, aunque con un cierto “agotamiento” en esta última, tras el bum visto en los años anteriores. También se aprecia una consolidación en los cambios de hábitos tras la pandemia, con más ocasiones de consumo durante el día, y con el cóctel como formato cada vez más atractivo para el consumidor. “Es una vía muy razonable para generar gasto, no solo porque el tardeo sigue funcionando, sino porque ofrece una experiencia de consumo diferente”, ha explicado el director de Espirituosos de España. En el consumo nocturno, este detecta una mayor relevancia del consumo en mesa y reservados frente a la barra, algo que vincula a las bebidas más prémium o ultraprémium.

Respecto a los hábitos de los consumidores más jóvenes, Espirituosos de España no ve un trasvase del consumo de alcohol a otras categorías, hablando siempre de un consumidor mayor de 18 años y, prioritariamente, en edades de finalizar estudios universitarios y encontrar un primer empleo. “Quieren experiencias de mayor calidad con menor frecuencia en el tiempo. Pero no hay que olvidar a los consumidores de más edad: la esperanza de vida cada vez es mayor, es donde está el mayor volumen de consumidores y también los niveles de renta más elevados”.



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