Las familias y los trabajadores han sido escuchados. Emilio Viciana, consejero de Educación de Madrid, ha anunciado esta mañana una pausa los procesos de estabilización y traslados del personal educativo de la Comunidad de Madrid, que suponía cambiar de centro, cesar, o adjudicar plaza fija a mitad de curso a un total de 4.500 profesionales, según datos de CCOO. Hasta este miércoles, todo iba a ocurrir con el curso ya avanzado, antes de las vacaciones de Navidad, sin esperar a que acabara el trimestre. Pero ahora el proceso se pospondrá hasta el verano. “Hemos hecho un gran esfuerzo para evitar que, como consecuencia, un gran número de trabajadores tuviesen que cesar y las plazas queden desiertas. Para ello, vamos a posponer los efectos de la toma de posesión de los trabajadores que hubieran obtenido su plaza en categorías profesionales hasta el final del curso, de tal manera que puedan continuar realizando sus servicios en los centros que hubieran venido desempeñando su trabajo”, ha dicho Viciana en el Pleno de la Asamblea de Madrid. “Se trata de que los alumnos y las familias no sientan ningún cambio. De esta forma, cumplimos y escuchamos a las familias”, ha añadido.
La medida, que afecta a educadores infantiles, personal auxiliar de servicio, enfermeras, personal de cocina, integradores sociales, fisioterapeutas, personal administrativo, de todos los tipos de centros educativos, se veían trabajando desde 2022 y tenía fecha límite al 31 de diciembre de 2024, pero a pocos días de que finalizara el plano, no estaba ni cerca de acabar. “Se trata de personas que trabajan con niños y jóvenes, en muchos casos con necesidades especiales y que son, en general, especialmente sensibles a este tipo de cambios”, ha dicho el consejero. La Consejería retomará los procesos en verano. Así, los interinos que actualmente ocupan plazas que han quedado desiertas en el concurso de traslados seguirán en las mismas. También se mantendrán en sus centros actuales, de momento, los trabajadores que hayan obtenido plaza en otros centros
La decisión no viene de la nada. Desde hace semanas el proceso ha sido blanco de quejas, críticas y hasta denuncias a la Comunidad de Madrid por la desorganización. “Voy a intentar no llorar… Tengo el corazón aplastado. Llevo muchísimos años trabajando con niños con mucha pasión, mucho amor y profesionalidad. La Comunidad de Madrid ha querido que jugáramos a este juego, jugamos bajo sus reglas, y cambiaron todo al final de la partida. Siento mucha frustración y mucho dolor”, contaba hace pocos días María, una fisioterapeuta que ha pedido mantener su anonimato, al denunciar las múltiples irregularidades en los procesos de estabilización. Como ella, lo hicieron otros tipos de profesionales víctimas del proceso.
Justo este jueves se habían presentado en la Consejería de Educación 4.274 firmas recogidas en diferentes escuelas de infantiles de Madrid para frenar el proceso en educadoras infantiles. “Hay niños en la escuela que empezaron en el centro muy bebés y llevan casi tres años con la misma educadora, con la que tienen un apego increíble, y cuando vuelvan de vacaciones ya no va a estar esa persona. Para ellos es una perdida importante, pierden el vínculo con la escuela”, ha dicho David Baquero Casero, quien, minutos después de haber presentado la petición, ha celebrado la noticia.
La noticia también ha caído bien en los sindicatos. “Esta rectificación sin la presión y la movilización de CC OO y del conjunto de las comunidades educativas, de los centros, equipos directivos, docentes y familias, no hubiera sido posible. Es buena noticia, pero esperaremos hasta que lo cumpla y se haga realidad”, ha dicho Isabel Galvín, portavoz del sindicato. Eso sí, recuerdan que en los próximos meses se deben resolver de oficio los errores en los procesos para evitar vulnerar los derechos del personal educativo en los centros.
El enorme movimiento de personal viene de dos procesos que han coincidido: el concurso de traslados para personal laboral fijo de la Administración de la Comunidad de Madrid, que posibilita el traslado voluntario dentro del sistema de puestos y que se hace cada cuatro años, y al de estabilización, una medida que busca reducir el abuso de temporalidad de los profesionales. Este último responde a la Ley 20/21, del 28 de diciembre, de la Unión Europea, en la que se dictaban medidas urgentes para reducir la temporalidad al 8% en el empleo público del Gobierno central. En el sistema educativo de Madrid la temporalidad alcanza hasta el 35%, según CSIF. Ambos se retomarán en verano.