Varios miles de personas se han concentrado este viernes en varios puntos de Valencia, Paiporta y Sedaví y otras 25 localidades, principalmente de la provincia y afectadas por las inundaciones, para recordar y rendir homenaje a las víctimas de la dana, que se llevó hace justo un mes al menos 222 vidas (según un balance que sigue siendo provisional, con cuatro desaparecidos). Los actos, convocados por medio centenar de entidades que incluían diversos Ayuntamientos, se han producido a falta de que se convoque uno oficial de homenaje. Uno de los actos más emotivos se han producido en Paiporta, el epicentro de la catástrofe. Allí, centenares de ciudadanos han depositado velas en los márgenes del barranco del Poyo para recordar a todos los que han sufrido las inundaciones. 45 cadáveres fueron hallados en esta localidad.
Muchos participantes en los actos han sincronizado sus móviles a las 20.11 como forma de protesta. Esa es la hora a la que los servicios de Emergencias de la Generalitat lanzaron la alerta a la ciudadanía, criticada por tardía, el pasado 29 de octubre. A esa hora, la mayor parte de los pueblos castigados ya habían sido anegados.
La convocatoria no oficial ha apelado a numerosos ciudadanos a recordar en la calle lo ocurrido. En Valencia, cientos de personas, con carteles con el nombre de las poblaciones de la zona cero y el número de fallecidos en cada una de ellas, se han concentrado en la plaza de la Virgen de Valencia, a pocos metros del Palau de la Generalitat, sede del Consell. “Nos deberían haber avisado”, ha proclamado por megafonía una de las portavoces de la protesta antes un minuto de silencio en homenaje a las víctimas. Después, numerosos asistentes han coreado “El president, a Picassent” o “Mazón, dimisión”, lemas que ya se escucharon en la primera manifestación tras la dana.
Velas en el barranco del Poyo
Otros centenares de personas se han concentrado en torno al Ayuntamiento de Paiporta y en torno al barranco asesino del Poyo que se desbordó y por el ahora discurren las aguas fecales, para recordar y rendir homenajes a las víctimas. Los vecinos, que aún sufren las consecuencias de la dana en las calles y sus casas y negocios, dejaban velas alrededor del barranco. “Te echamos de menos”, se lee en uno de los cirios que la familia de Paqui (de 70 años), fallecida en las calles de Paiporta el día 29, ha colocado en la barandilla del barranco. “Estamos seguros de que salió a la calle a socorrer a otra víctima en la rampa del garaje al lado de su casa”, comenta su nuera Noelia, acompañada de Claudia y Hugo, nietos de la fallecida. Paqui era enfermera del Samu y se “pasó toda la vida salvando vidas”, además de ser voluntaria de Protección Civil y otras muchas actividades. Estaba jubilada, pero siempre, aseguran sus familiares, estaba dispuesta a echar una mano. “Mi abuela era muy generosa, yo me sentía como su alma gemela”, comenta Hugo, de 11 años. “Seguimos necesitando mucha ayuda, el pueblo está destruido de punta a punta. Es fundamental que no caiga en el olvido”, afirma Noelia.
“Hacía un mes que no sabíamos nada de mucha gente y hoy hemos podido ver a muchos vecinos y hemos podido preguntarles por su familia”, apunta Lola, contable. “Cuando te encuentras con alguien es como si respiraras y te quedas un poco más tranquila. Ha venido mucha gente, pero estamos muy indignados porque no se nos avisó con tiempo. El agua no se hubiera parado, pero mucha gente a la que le pilló en las plantas bajas, en los sótanos, en el supermercado, no hubiera muerto. Hoy hemos venido por respeto a todos. Mañana es el día de pedir la dimisión de [Carlos] Mazón”, señala Amparo, maestra jubilada. “Sí, hoy hemos venido en señal de respeto para recordar a la gente que no está. Hoy es más de condolencia y de recuerdo”, indica a su lado Vicent, profesor de Formación Profesional.
Homenaje en Sedaví
En Sedaví, en torno a las 19.30, al menos 500 personas se juntaron este viernes en un parque para honrar a las víctimas de la dana. En esta localidad, la riada que pasó el 29 de octubre produjo 11 muertos. Como no se habían podido hacer algunos de esos funerales, este viernes, antes del acto de homenaje, el pueblo celebró dos en la Iglesia principal: el de José y el de Ramón. En la misa en honor a este último, el padre animaba a sus fieles: “Debemos mirar al horizonte, mirar más allá; no nos queda más que aprovechar esa solidaridad, esa cercanía humana que entre todos hemos estado teniendo y seguro que tendremos de ahora en adelante”.
Esa solidaridad con los afectados por la catástrofe también fue la protagonista en el breve discurso que ha dado en el homenaje el alcalde de otra de las localidades dañadas, Sedaví, José Francisco Cabanes. “Nunca tendremos suficientes palabras de agradecimiento para toda la ayuda que hemos recibido desde el primer momento”, ha asegurado, para resaltar la participación de todas las fuerzas estatales que han acudido a limpiar calles, desatascar sótanos y remover muebles, pero sobre todo la de los voluntarios, que llegaron de todas partes a ayudar. El alcalde ha pedido un minuto de silencio y el parque entero ha enmudecido. La edificación donde funciona el Juzgado de Paz a partir de ahora pasará a llamarse edificio 29 de Octubre, una fecha que ya quedó estampada en la memoria de este pueblo. La agrupación musical local Santa Cecilia ha cerrado un acto tras el cual los asistentes han marchado hasta la plaza principal con las luces de los móviles encendidas.
Protestas en Valencia
Josep Vicent Codoñer (52 años) es vecino de Catarroja y ha acudido a la concentración de Valencia, rodeada de un fuerte dispositivo policial. Llevaba un cartel con el nombre del municipio y un número debajo, el 25, que son los fallecidos (balance provisional) en su localidad en la dana. “Vengo a manifestar hoy la tristeza y la rabia de todos los habitantes de [la comarca de] l’Horta Sud porque no nos avisaron a tiempo a pesar de que había evidencias de sobra”, critica. “Esa noche y al día siguiente no apareció ningún uniformado por allí, la gente atrapada en sus puestos de trabajo y después el abandono de estas semanas. La Generalitat ha estado desaparecida”, explicaba. Pilar (30 años) tiene familia en Paiporta, municipio de la zona cero. Es valenciana y trabaja en Barcelona. Ha venido a ver a su familia, afectada por las riadas. ”Mazón es un señor negligente y debería estar dimitiendo ya pero el PP nunca se dimite, da igual las muertes que lleve detrás”. Ha pasado un mes y Pilar ha ido a Paiporta y dice que “sigue todo igual, ha mejorado un poco, pero sigue todo destrozado; es indignante”.
Sobre por qué no ha habido aún actos oficiales para homenajear a las víctimas, Mazón dijo este viernes: “Creo que el mejor homenaje es nuestro trabajo y nuestro sudor en la frente para ser rápidos, para ser eficaces, para ser lo más rápidos posible, porque todavía hay mucha gente a la que todavía no le ha llegado nada y, por tanto, no podemos descansar”. “No nos hemos planteado una cuestión de aniversario. Creo que el mejor simbolismo es el trabajo y restaurar la normalidad lo antes posible”, ha sostenido. Se podría haber hecho un acto, “quizás no desde el ornato de una efeméride”, ha admitido, pero la prioridad es avanzar en la reconstrucción “dentro del dolor y dentro de la profunda empatía de todo lo que está sintiendo la gente”.