Los jubilados portugueses que cobran menos de 1.527 euros al mes tendrán un aumento adicional del 1,25% el próximo año, después de que el Parlamento haya aprobado una subida propuesta por el Partido Socialista (PS), el principal de la oposición, en contra de la voluntad del Gobierno conservador de Luís Montenegro. La precariedad de la victoria de la coalición Alianza Democrática en las elecciones del pasado marzo está provocando que numerosas iniciativas planteadas por la oposición salgan adelante y obliguen al Ejecutivo a llevarlas a la práctica, aunque discrepen de ellas.
Las pensiones son un tema sensible. Los principales partidos que pugnan por el poder lo saben y tratan de congraciarse con el colectivo. Los socialistas no quieren perder su buena imagen entre los jubilados, construida gracias a sucesivas subidas en los años del Gobierno de António Costa, que trataron de paliar los importes miserables de la mayoría de las pensiones.
El Gobierno de Luís Montenegro, por su parte, quiere reparar el mal recuerdo que dejaron entre los mayores los recortes que sufrieron en tiempos de la troika, cuando el país estaba intervenido por instituciones internacionales y el gabinete conservador de Pedro Passos Coelho aplicó la tijera a los pensionistas. En el cierre de la tramitación de los Presupuestos del Estado para 2025, los dos partidos de la coalición de Gobierno votaron en contra de la propuesta socialista, pero aprobaron otra, que contemplaría el pago de un suplemento extraordinario el próximo año si el escenario presupuestario y la evolución económica lo permite.
A favor de la subida estructural de las pensiones, que tendrá un impacto en el presupuesto de 270 millones de euros, votaron el Partido Socialista y todos los grupos de izquierda, pero si salió adelante fue gracias a la abstención de Chega, el partido ultraderechista que lidera André Ventura. Meses atrás también se aprobaron otras medidas de la oposición como el fin de peajes en algunas autovías, a las que se resistía el Gobierno, y otras medidas en materia fiscal.
La coalición gubernamental, sin embargo, sí encontró la alianza de los socialistas para revertir el recorte del 5% en los sueldos de los cargos públicos, que estaba vigente desde los días de la troika. Una medida que afeó André Ventura, que en seguida anunció que sus diputados renunciarán a ese dinero.
La aprobación del Presupuesto de 2025 era la gran frontera que debía superar el Gobierno de Montenegro para evitar nuevas elecciones anticipadas en pocos meses. La decisión socialista de abstenerse facilitó su tramitación y cerró la puerta a la crisis política. Hoy el proyecto ha recibido luz verde en la Asamblea de la República, aunque las cuentas no se ajusten en todo a lo que habría deseado la coalición gubernamental porque han sido impuestas por la oposición. Esto no solo ha ocurrido con las pensiones, sino también con la obligación de mantener la publicidad en la cadena pública RTP, una iniciativa del Partido Comunista Portugués apoyada por toda la oposición, a derecha e izquierda. El Gobierno presentó hace semanas un plan de actuación en los medios que incluía la desaparición de la publicidad de la televisión pública.
Entre las medidas fundamentales aprobadas, y diseñadas por el Gobierno, figuran el descenso del 21% al 20% del impuesto de sociedades y una reforma fiscal para menores de 35 años. La bajada de la carga fiscal es una de las banderas de la coalición gubernamental, que también ha disminuido el IVA de corridas de toros del 23% al 6%.