A finales del pasado mes de octubre, Armando Moreno, de 49 años, acudió a dar un paseo al Parque del Oeste, en Málaga. Lo hace prácticamente a diario, pero aquella vez se encontró unas vallas que cerraban la mitad del recinto. Empezó a preguntar a sus vecinos y las respuestas le sorprendieron. “Me contaban que se iba a haber un espectáculo privado de iluminación y que habría una parte cerrada unos cinco meses”, recuerda. Con el paso de los días confirmó la información que afecta a la zona conocida como Carretera de Cádiz, la más poblada de la capital. Ahora lleva tres domingos sumándose a las protestas vecinales ante la privatización del espacio público. La concentración de este fin de semana reunió a más de 500 personas al grito de “No es tu negocio, es mi parque”.
El Parque del Oeste tiene 72.000 metros cuadrados y es el pulmón verde de la zona que acumula más población en la capital. Cuenta con un lago, zonas verdes, pistas deportivas y distintos animales —de cisnes a emúes— residen allí. Es utilizado por guarderías, colegios e institutos para sus actividades y también es el punto de encuentro de muchos mayores. Por allí pueden verse grupos haciendo yoga, parejas caminando, amigos jugando al ajedrez. Miles de personas acuden a diario. Por eso el cierre parcial —de toda la zona central, algo más de 30.000 metros cuadrados— ha causado tanto rechazo: ha partido al recinto en tres partes y ha dejado a los vecinos sin el único gran lugar de esparcimiento en los alrededores. Un gran muro negro acota el espacio al que ahora no se puede acceder. “No a la privatización de lugares públicos”, se lee en una pintada. Casi 2.500 personas han firmado una petición en change.org pidiendo la reapertura del espacio verde.
El llamado Festival de las Linternas fue anunciado el pasado mes de septiembre durante la visita a China del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP). El acuerdo con la empresaria Lantern Group —especializada en este tipo de eventos en el país asiático— se firmó entonces en la ciudad de Jiaxing, con la compañía cordobesa Ximenez Group como encargada de desarrollarlo en la capital malagueña. Durante las semanas siguientes, el Ayuntamiento de Málaga, gobernado por los populares, fue dando más detalles, como las 400 linternas y los 4.000 puntos de luz que se instalarán. “Coincidiendo con la conmemoración en 2025 del Año chino de la Serpiente, el festival promete ser una celebración mágica que atraerá visitantes de todas partes del mundo”, relata la nota de prensa municipal.
“Además de las impactantes instalaciones lumínicas, el evento incluirá actividades tradicionales chinas, como un gran pasacalle de Año Nuevo Chino, un mural de los deseos, talleres de caligrafía y espectáculos teatrales de música y danza”, insisten desde el Ayuntamiento, donde aseguran que significa una “clara apuesta” por “enriquecer el panorama cultural de Málaga”. Se inaugura este sábado 30 de noviembre y tendrá cuatro pases al día hasta el 15 de febrero. Se esperan unas 250.000 visitas y el precio de la entrada oscila entre 15 y 20 euros, aunque hay descuentos para residentes. Es decir, se prevén unos ingresos que superan los cuatro millones de euros. Sin embargo, la empresa Ximénez sólo ha pagado un canon de 100.000 euros al municipio, como reconocen desde el consistorio, que apunta que la inversión empresarial rondará los tres millones de euros.
“Estamos totalmente indignados”
La semana pasada, varios vecinos hicieron uso del turno de palabra para mostrar su desacuerdo en el salón de plenos, inquietos además por el ruido y el tráfico que genera en una zona donde ya es difícil aparcar cualquier noche. “No entendemos cómo se ha podido privatizar un espacio público como un parque para un espectáculo privado”, dijo Rafael Sánchez. “Estamos totalmente indignados”, añadió. “No se dan cuenta que nuestro parque es el de miles de personas, fundamental para nuestro equilibrio físico y mental”, relató Yolanda Rodero. “Solicitamos que nos devuelvan nuestro parque a los que lo habitamos”, insistió Ángeles Arribas. Propusieron, además, un espacio alternativo, Cortijo de Torres, donde se celebra la feria cada mes de agosto y que el resto del año es un espacio totalmente vacío e inutilizado.
“Privatizar uno de los parques de la ciudad para meterle una millonada de dinero en el bolsillo a una empresa privada no es sensato”, opinó el portavoz de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, mientras que el PSOE criticaba la operación y Vox denunciaba la opacidad de los contratos, que no se han hecho públicos. Cuando llegó su turno, la concejala del Área de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas, Teresa Porras, defendió la ubicación porque “es un sitio que en invierno se utiliza a la poco a las seis de la tarde” y que por la noche “ni restaurantes ni chiringuitos abren”, palabras que generaron protestas desde el público. “Si no me dejan intervenir, los echo”, les amenazaba la responsable municipal, que aseguró que se van a repartir 4.000 entradas entre las asociaciones de vecinos de la zona para que sean los primeros en ver el espectáculo y que los 100.000 euros de canon repercutirán en el propio parque, que definió como “una gran joya” que, en su opinión, hay que dar a conocer con eventos como este. Ya ocurre desde 2021 en el Jardín Botánico-Histórico La Concepción, donde también coincidiendo con las fiestas navideñas se instala un espectáculo de luces para atraer a la población pagando entrada.
“Cuando empezamos la iluminación de Navidad en calle Larios pasó igual y ahora todo el mundo se ha dado cuenta de que es una gran inversión. Y con esto va a pasar exactamente igual”, sentenciaba Porras durante su intervención en el pleno municipal. Tras la manifestación de este pasado domingo, que reunió a unas 500 personas, los vecinos han anunciado una nueva protesta. Esta vez en sábado, el próximo día 30 de noviembre, coincidiendo con la inauguración del espectáculo de luces.