El debate, cada vez más necesario y agudo, sobre si la ciencia -entendida como la preparación casera con ayuda de computadoras potentísimas- está eclipsando en el ajedrez al arte (improvisación, creación de belleza) y el deporte (emoción, apuros de tiempo, resistencia física y mental…) sería absurdo si la mayoría de las partidas fueran como la de este vídeo. Dos gladiadores saltan a la arena con el acuerdo tácito de que ninguno buscará el empate y lucharán hasta la extenuación.
Esa peculiar y admirable manera de enfocar el ajedrez explica que Tiger Hillarp-Persson, un gran maestro casi desconocido por quienes sólo siguen los torneos de élite haya aparecido ya tres veces en El Rincón de los Inmortales. Y en este caso concreto no hay duda alguna: el perdedor, Peter Heine Nielsen, muy conocido porque fue el entrenador del pentacampeón del mundo Viswanathan Anand y lo es ahora del actual número uno, Magnus Carlsen, contribuye de manera esencial a la gran belleza de la partida con su firme compromiso de buscar la yugular de su adversario sin escudo alguno.