Nueva redada en las Tres Mil viviendas días después del tercer tiroteo en mes y medio | España



Las calles de las Tres Mil Viviendas, la barriada sevillana perteneciente al Polígono Sur, el barrio más pobre de España, han vuelto a ser testigo este miércoles de un nuevo despliegue policial, más de un mes y medio después de que un tiroteo en el que se usó munición compatible con un arma de guerra se hiciera viral. Esta nueva redada es la cuarta desde entonces y se enmarca, como las demás, dentro de la Operación Vulcano destinada a poner coto a la criminalidad en la zona, en concreto, a los cultivos ilegales de marihuana.

En esta fase de la operación, en la que intervienen 70 agentes, se han practicado seis registros en sendas viviendas de la barriada. La redada tiene lugar después de que el sábado se volviera a tener noticia de un nuevo tiroteo con escopetas de perdigones en el que dos personas resultaron heridas leves, según informó la policía, en el tercer intercambio de disparos en un mes y medio. Al episodio de ráfagas de fuego con un fusil de asalto de la noche del 12 de octubre —en el que no hubo daños personales―, le siguió, justo un mes después, otro incidente en el que sí fue herido, también de escasa gravedad, otro individuo.

El tiroteo con armas de guerra en las Tres Mil Viviendas provocó que toda España pusiera su atención en una barriada en la que estos incidentes, lamentablemente, son habituales y no han parado de crecer en paralelo con la expansión de los narcopisos que, a su vez, eleva los roces entre los clanes dedicados al narcotráfico que, para marcar territorio y amedrentar a sus enemigos, se hacen acopio de armas más sofisticadas que adquieren en un mercado negro que se nutre de armas provenientes de Marruecos o de la guerra de Ucrania, según explican fuentes policiales.

La violencia es un elemento más que engorda una espiral impulsada por el desempleo y el abandono escolar. El 45% de las 35.000 personas que viven allí están desempleadas, el 10% se calcula que viven del narcotráfico, la renta media es de 5.816 euros, la más baja de España; y acapara un 35% de absentismo en los colegios. Tras el tiroteo del 12 de octubre las autoridades locales y la Junta de Andalucía hicieron hincapié en el problema de seguridad y de impunidad de los clanes como el origen de todos los problemas de marginalidad de las Tres Mil Viviendas. Aunque desde la Delegación del Gobierno se insistió en la presencia policial y que la situación de esa barriada no pasaba solo por enviar más coches patrullas, sino que debía actuarse de manera integral atendiendo a la limpieza, la remodelación urbanística o el fracaso escolar, el hecho es que desde entonces los despliegues policiales, excepcionales por el número de efectivos, entre 100 y 300 agentes, y unidades y medios que intervienen —helicópteros, drones, patrulla canina, de asalto…― y la cantidad de registros, plantaciones desmanteladas y detenidos no han parado de sucederse.

La entrada este miércoles en seis pisos de las Tres Mil Viviendas se ha completado con otro registro en la localidad sevillana de Utrera, justo un día después redada de este miércoles se produce un día después de que también se llevaran a cabo intervenciones en viviendas de las barriadas sevillanas de Torreblanca y Palmete, otros dos de los enclaves más humildes de la capital andaluza.

A la espera de que se cierre esta cuarta fase, la Operación Vulcano se ha saldado con la detención de 11 personas, cinco de las cuales están en prisión; el desmantelamiento de 21 plantaciones de marihuana y la incautación de más de 540 kilos de hachís, además de otras sustancias estupefacientes, varias armas cortas y largas y munición, alguna del calibre compatible con rifles de asalto.



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