El grupo de yihadistas detenido buscaba potenciales objetivos en su entorno | España



Se habían convertido en una amenaza real. Los seis detenidos el pasado viernes en Ceuta, Ibiza y Madrid como supuestos integrantes de una célula terrorista ligada a la rama del Sahel del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) tenían cada vez una mayor determinación para cometer una acción y habían buscado objetivos potenciales en su entorno, según fuentes cercanas a la investigación. Se trataba de un “grupo cohesionado” que había hecho acopio de armas blancas y cartuchería, además de manejar material del Estado Islámico “muy explícito”, en el que se hacía referencia a cómo realizar atentados o a la forma de fabricar artefactos.

El arresto del grupo, con edades entre los 30 y 50 años, se prorrogó durante el fin de semana, para que los agentes pudieran examinar el material intervenido. Este lunes pasaron a disposición judicial y el juzgado central de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional envió a todos a prisión. Dos de ellos están acusados de pertenencia a organización terrorista, tres por colaboración con organización terrorista y otro por autoadoctrinamiento y autocapacitación, según fuentes jurídicas, informa J. J. Gálvez.

Los investigados se conocían personalmente y también mantenían contacto a través de internet. Dos de ellos tenían trabajo conocido y el resto estaba desempleado. A medida que iba pasando el tiempo, su radicalización fue escalando, según fuentes conocedoras de la investigación. Uno de ellos mostró “una determinación más clara” a cometer un acto violento y una adhesión a las doctrinas de la organización terrorista de forma que se sentía parte de ella y se rodeaba de elementos, como utensilios, que le hacían identificarse con el ISIS. Alguno tiene familiares que han sido combatientes y otros han recibido formación en zona de conflicto en Sahel, añaden. Dos de ellos tienen antecedentes policiales por delitos relacionados con el terrorismo yihadista en procedimientos diferentes, aunque resultaron absueltos.

La célula investigada está formada por “individuos muy radicalizados” y con “voluntad de realizar acciones violentas”, ha informado el cuerpo policial. Trabajaba en el eje Ceuta-Castillejos, a un lado y a otro de la frontera española y marroquí. El portal digital marroquí Hesspress informó el viernes que los detenidos mantuvieron reuniones en las localidades Sebta y Tetuán para planificar y coordinar y con el objetivo de cometer actos terroristas en el nombre del ISIS,

Las detenciones forman parte de una operación conjunta de la Policía Nacional y la Dirección General de Vigilancia Territorial (DGST por sus siglas en francés, el servicio de inteligencia interior marroquí). Además de los detenidos en España, hay otros tres arrestados en Tetuán y Fnideq, localidad esta última más conocida como Castillejos y situada a siete kilómetros de Ceuta.

En Ceuta se practicaron cuatro arrestos, en las barriadas de Príncipe Alfonso y Vicedo Martín. Durante la actuación policial se vivieron momentos de tensión. “A la mierda, cobardes, asesinos de mierda”, gritó uno de los detenidos a los agentes que le conducían al vehículo policial, y al que también se le escuchó una mención a Palestina.

Los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, especializados en terrorismo, llevaban un año y medio siguiendo los movimientos de los implicados. Vieron que usaban las redes sociales para, presuntamente, visualizar y compartir material audiovisual filoyihadista y tras un monitoreo comprobaron que desplegaban una “actividad beligerante yihadista”, con “amenazas directas a la población occidental y a comunidad judía” e incitaban a que se cometieran atentados.

Para el éxito de la operación ha sido clave la colaboración del servicio de inteligencia interior marroquí, destaca la Policía Nacional. “Los agentes consideran neutralizado un peligro real para la seguridad de ambos países”, concluye el cuerpo policial. Los investigadores han contado con la colaboración de las brigadas provinciales de Información de Ceuta, Segovia, Málaga y Madrid, y las brigadas locales de Información de Ibiza y Algeciras. También han recibido el apoyo de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol).

El yihadismo está implantado desde hace más de una década en la región africana del Sahel, que incluye Burkina Faso, Mali, Camerún, Nigeria, Níger y Benín. No solo ha provocado miles de muertos, tres millones de desplazados y una grave crisis humanitaria, sino también erosionado a los gobiernos de la región y una enorme inestabilidad política y social. La presencia de estos grupos armados se ha convertido, de hecho, en una de las principales amenazas para la seguridad europea. En esta zona de África opera, además de una rama del ISIS, Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM, una coalición de grupos vinculados a Al Qaeda). Según el último estudio del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), la actividad de estos grupos ha descendido en los últimos meses, a pesar de lo cual solo en septiembre protagonizaron en estos seis países 89 ataques que causaron 527 víctimas mortales.



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