Once días después de que la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se despachara en la Asamblea de Madrid describiendo a la Universidad Complutense (UCM) como “colonizada” por la izquierda, su rector, Joaquín Goyache, le ha dirigido este lunes una dura carta en la que le recrimina “desmerecer” al centro educativo con expresiones “injustas y falsas”, reduciéndolo así a una “caricatura ideológica”. El choque entre las caras visibles de las dos instituciones llega en un momento especialmente sensible. Primero, porque el Ejecutivo regional está elaborando una ley de universidades. Segundo, porque los presupuestos para 2025 apenas suben un 0,9% la dotación para estos centros educativos, cuando sus seis rectores reclamaban un 18%. Y tercero, porque Goyache fue llamado a declarar el 13 de noviembre por el PP de Ayuso a la comisión impulsada en la Asamblea regional por el supuesto “trato de favor” que le habría dado a Begoña Gómez, esposa del presidente el gobierno, Pedro Sánchez, en su relación profesional con la UCM.
Así se expresó Díaz Ayuso el 14 de noviembre durante el pleno de la Asamblea de Madrid. “La universidad, si hay algo que tiene, es el prestigio”, comenzó su argumentación. “Y cuando se dan los títulos como churros, y cuando se intenta llevar a un rector a la Complutense [en realidad, a La Moncloa, en referencia a la reunión relatada la víspera por el rector Joaquín Goyache con Begoña Gómez] a decirle que yo le voy a dar un máster o una cátedra en un organismo público, es utilizar las instituciones”, siguió, ya rodeada de una tormenta estruendosa de aplausos. “Toda la izquierda tiene colonizada la universidad pública Complutense de Madrid”, insistió. “Todos ustedes han creado un entramado y un chiringuito de familiares y de negocios que podrían haberlo hecho en las empresas privadas. Tienen mucha cara todos ustedes. Pero claro, piensan que lo pueden colonizar todo”, acusó, hasta que estalló.
Esas expresiones motivan desde entonces las protestas de profesores de la Complutense, que incluso han hecho circular un texto para recabar firmas e instar al rector a contestar, defender el prestigio del centro educativo y solicitar una rectificación de la presidenta. Eso, precisamente, ha hecho este lunes Goyache a través de un extenso texto. “Me dirijo a usted (…) para expresar mi más firme desacuerdo con sus recientes declaraciones”, arranca la misiva. “Este tipo de afirmaciones, además de ser injustas y falsas, generan un daño irreparable al prestigio [de la universidad]”, continúa. “Desmerecer el valor de esta universidad no solo afecta a sus trabajadores, sino, también, a familias, estudiantes y egresados que, como usted, han pasado por sus aulas, además de a su reputación global (…)”, recuerda Goyache. “Las universidades, como centros de conocimiento y de pluralidad de ideas, no son ni deben ser reducidas a caricaturas ideológicas”, le afea a Ayuso.
Y remata: “Acusaciones como estas no reflejan la realidad de la diversidad y de la excelencia que caracterizan a la UCM. Las instituciones educativas merecen el respaldo y reconocimiento de los poderes públicos. En lugar de fomentar divisiones, deberíamos trabajar en unión para fortalecer aún más el papel de la UCM y de todas las universidades públicas de Madrid como motores de progreso y cohesión social. Le insto a que reconsidero sus declaraciones (…)”.
Máxima tensión
Esta carta coincide con un momento de máxima tensión entre Ayuso y los seis rectores de las universidades públicas. Aunque la Consejería de Educación, encabezada por Emilio Viciana, les hizo creer durante meses que iba a crecer la partida presupuestaria, lo cierto es que finalmente solo va a subir un 0,9%, un porcentaje ínfimo para la dramática situación económica que viven estas instituciones ―con la subida no cubren ni la mitad del crecimiento de la partida en costes en salarios―. Los campus están o bordean los números rojos ―en obra nueva y mantenimiento se va a dedicar 12 veces menos que en 2007― y, para “sobrevivir”, los rectores calcularon el pasado año que necesitaban 200 millones extra (un 18% más). Con lo que reciben no cubren ni los sueldos de sus profesores. En 2012, recibieron de transferencias corrientes 1.047 millones y una década después ―últimos datos oficiales― apenas 1.065 millones.
En sus discursos de apertura de curso, muchos rectores cargaron contra Ayuso. Así, Goyache, desde la Complutense, lamentó el “opresivo clima de indiferencia y desprecio que rodea la educación superior en nuestro país”, que parecía una frase genérica, pero que iba dirigida a Ayuso, quien movilizó a su equipo en primavera para que fuese reelegido, como ocurrió, y ahora pide su dimisión por el caso Begoña Gómez.
La esposa de Sánchez está siendo investigada en los tribunales por la presunta comisión de los delitos de corrupción en el sector privado, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo profesional en su relación con la UCM. La relación profesional entre Gómez y la UCM empezó en 2012, y ha acabado este año, cuando, en medio de la investigación judicial, la universidad canceló tanto la cátedra como el máster que impartía la esposa de Sánchez. En la comisión de investigación impulsada por Ayuso en la Asamblea para desgastar al Gobierno de Sánchez, Goyache, también investigado en los tribunales, hizo todo lo posible para desinflar los trabajos parlamentarios.
Así, desmontó una a una las sospechas que vierten el PP y Vox sobre la creación de la Cátedra de Transformación Social Competitiva impartida por Gómez ―“todo fue absolutamente legal y regular”―; negó cualquier trato de favor ―“desde luego que no (…) no hubo presión”―; y desvinculó los trabajos de Gómez de cualquier influencia del presidente.
En paralelo a ese choque personal y a la asfixia de la financiación a la pública, el conflicto crece porque el PP va camino de aprobar su decimocuarta privada, la Universidad Abierta de Europa, con un informe demoledor en contra de los técnicos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y con la valoración muy crítica de la comisión de la propia Comunidad quien, sin embargo, calificó de “favorable” la iniciativa muy ligada al ala más dura del PP madrileño.
Y en medio de este estrangulamiento de las públicas, el escenario de la Complutense es sin duda el más alarmante. Quizá por eso este jueves se va a celebrar en ella un debate de financiación y habrá el 4 de diciembre una asamblea de sus trabajadores. Los decanatos recibieron antes de verano la orden de recortar un 30% los gastos, pero este es solo el principio cuando tienen el agua al cuello.