El Reino Unido se ha levantado este lunes con cientos de alertas de fuertes lluvias e inundaciones, después de un fin de semana en el que la tormenta Bert ha dejado a su paso carreteras y líneas de tren cortadas, apagones eléctricos, pueblos inundados y falta de agua potable. Al menos cinco personas han muerto por accidentes relacionados directamente con la tormenta.
Bert ha afectado especialmente a la zona de Gales y al oeste de Inglaterra. Lo que comenzó como una ventisca de nieve, con temperaturas extremadamente bajas, se convirtió poco después en lluvias torrenciales que provocaron desbordamientos e inundaciones. Durante el sábado, en un solo día, cayó prácticamente la misma cantidad de agua que suele caer de promedio durante un mes.
El sur de Gales sufrió los mayores destrozos durante el fin de semana. Todavía debe hacerse un inventario de los daños materiales acumulados, pero los residentes de la zona calculan que serán peores que los provocados por la tormenta Dennis en 2020. Al menos 300 viviendas han quedado completamente inundadas.
“Es la segunda vez que muchas de estas personas han sufrido las consecuencias de una tormenta”, ha dicho Eluned Morgan, la ministra principal de Gales. “Desde el desastre de Dennis hemos podido realizar inversiones considerables, que no han ayudado a proteger en esta ocasión muchas más propiedades. Pero el impacto, justo antes de las Navidades, sigue siendo devastador para muchos ciudadanos”, se ha lamentado.
I want to thank our emergency services who are working so hard to help people in need. My thoughts are with all those impacted by this flooding, and especially with the family of the man who lost his life in Trefriw.
On my way back from Pembrokeshire today I visited Carmarthen… pic.twitter.com/KKmFcVae3O
— Eluned Morgan (@Eluned_Morgan) November 24, 2024
A pesar de que muchos habitantes de estas zonas están acostumbrados a soportar las inclemencias del tiempo, la supuesta falta de previsión o coordinación de las autoridades ha desatado la polémica. El Ayuntamiento de Pontypridd, una localidad galesa con poco más de 30.000 habitantes, ha acusado a la Oficina Meteorológica del Reino Unido de publicar solo una alerta amarilla ante posibles lluvias, cuando las autoridades municipales, aseguran, se estaban preparando ya para una alerta ámbar, de mayor riesgo.
“Durante la tormenta Dennis nos llegó una alerta ámbar mucho antes, y otra roja en las horas previas. Creo que necesitamos revisar cuanto antes lo ocurrido y el procedimiento actual”, ha exigido Andrew Morgan, uno de los políticos responsables del condado de Rhondda Cynon Taff, del que forma parte Pontypridd.
La compañía pública Natural Resources Wales ha anunciado la apertura de una investigación para comprobar si el sistema de alertas funcionó adecuadamente.
La Compañía Galesa de Aguas (Dwr Cymru, en el nombre original) ha emitido una alerta que afecta a 10 condados de la región en la que pide a los hogares que hiervan el agua que vayan a utilizar para consumo humano, a la vez que han repartido agua mineral embotellada.
Los trenes que conectan Londres con los aeropuertos de Gatwick y Stanstead todavía presentan graves problemas este lunes, y las compañías energéticas siguen trabajando por devolver la normalidad a más de 350.000 hogares que perdieron la electricidad a lo largo del sábado y el domingo.