Las 47 modelos ataviadas con coloridas creaciones caminan enérgicamente por una lona colocada entre unas sillas doradas y blancas. La sala huele a una mezcla de perfume, productos de maquillaje y sudor. Las altísimas maniquíes están entrenadas para mantener la mirada en la pared blanca, justo detrás de los fotógrafos, pero, de vez en cuando, sus ojos se desvían hacia los presentes. ¿Dónde están los cazatalentos de modelos que pueden convertirlas en la nueva top model de Sudán del Sur?
Doris Sukeji Peter es una de ellos. Dirige la agencia de modelos Jubalicious, llamada así en referencia a la capital sursudanesa, Juba, y es también agente de chicas que aspiran a triunfar en las pasarelas de París, Milán o Nueva York. Por eso mira con atención la procesión de jóvenes que desfila ante sus ojos esa noche, en el marco de la novena edición de la Semana de la Moda de Sudán del Sur, celebrada este verano. “No busco nuevos talentos, pero nunca se sabe lo que puede surgir”, susurra.
Las firmas se han dado cuenta de que necesitan proyectar una imagen más inclusiva en su ‘marketing’ y de que África ofrece muchas oportunidades para las marcas de moda y maquillaje. Ya no se puede ignorar al continente africano
Doris Sukeji Peter, directora de agencia de modelos en Juba
En el país más joven del mundo (Sudán del Sur existe solo desde 2011), desgarrado por una guerra civil desde hace más de 10 años, la industria de la moda es incipiente. “Pero los diseñadores occidentales buscan modelos africanas”, afirma Peter con satisfacción, convencida de que “es muy importante tener referencias que se parezcan a nosotras”. “Por fin, el mundo de la moda es menos eurocéntrico. Las firmas se han dado cuenta de que necesitan proyectar una imagen más inclusiva en su marketing y de que África ofrece muchas oportunidades para las marcas de moda y maquillaje. Ya no se puede ignorar al continente africano”, zanja.
Peter explica sus criterios para fijarse en una chica: más allá de que sean altas, delgadas y tengan una piel lisa y negra, también es muy importante que ofrezcan un aspecto original, por ejemplo, ojos especiales, un cuello largo o los pómulos altos. Las sursudanesas cumplen estas condiciones y por eso han causado sensación en las pasarelas de las capitales occidentales en los últimos años. En la actualidad, modelos como Adut Akech y Duckie Thot están entre las mejores del mundo. En la lista de las “recién llegadas más populares del momento” del sitio web de referencia models.com, siete de las 40 modelos que figuran en la clasificación proceden de Sudán del Sur.
Muchos sursudaneses presentes en el evento de moda de Juba aplauden el hecho de que las marcas de moda europeas y estadounidenses trabajen cada vez más con modelos negras. Pero, en ocasiones, los diseñadores suelen fracasar en el intento de ser inclusivos. Como señala el comediante sursudanés Akau Jambo, es habitual que las revistas y agencias de publicidad occidentales editen las imágenes para poner aún más negra la piel de las modelos sursudanesas.
Este hombre menciona en concreto una portada de la revista de moda británica Vogue de hace dos años. En ella aparecen varias modelos africanas, con una piel oscurísima. “Porno de piel negra, fetiche negro, lo contrario del blanqueamiento de la piel”, lo definió Jambo en ese momento. “Los sursudaneses somos negros, pero no tan negros. Si quieren celebrar la diversidad, la inclusión y el color, que lo hagan de forma honesta”, pidió.
El negro era igual a sucio
Aunque las marcas occidentales contratan a modelos sursudanesas por su piel negra para sus campañas y desfiles de moda, a muchas de ellas, en realidad, les gustaría tener una piel más clara. Ese ideal de belleza se remonta a la época en que Sudán y Sudán del Sur eran un solo país. Durante ese periodo, la población árabe del norte, de piel más clara, que también controlaba todo el territorio, marginaba y discriminaba a los habitantes del sur.
“Los sudaneses decían que éramos esclavos sucios que tenían que lavarse”, cuenta la exmodelo y cantante Amanie Illfated, sentada en una mullida silla roja en el escenario. “La persistente idea de que la piel clara es bella y la oscura sucia sigue viva en la mente de muchas mujeres de Sudán del Sur”. Las clasificaciones basadas en el color de la piel siguen siendo habituales en Sudán: un color de piel “amarillo” es deseable, pero no “negro azulado”, como muchos sudaneses describen el color más oscuro de los sursudaneses.
Me decían que tenía que ir al médico porque era demasiado delgada y demasiado negra. Eso duele. Con 13 años te sientes muy insegura
Habiba Paul, modelo sursudanesa
Según Illfated, hay discriminación entre mujeres pertenecientes al mismo grupo étnico únicamente por el intenso color negro de su piel. “Muchas chicas que ves aquí hoy han sufrido acoso en el pasado”, señala la modelo Habiba Paul, de 20 años. Ella, por ejemplo, fue blanco de burlas y críticas en la escuela. “Me decían que tenía que ir al médico porque era demasiado delgada y demasiado negra. Eso duele. Con 13 años te sientes muy insegura”, recuerda.
Para evitar la discriminación, muchas sursudanesas se blanquean la piel con productos caseros baratos. La venta de estas cremas blanqueadoras, que a menudo contienen altos porcentajes de sustancias que pueden ser nocivas como la hidroquinona, esteroides o mercurio, fue prohibida por el Gobierno sursudanés en 2019. Pero bajo las sombrillas de un sinuoso laberinto de tenderetes en Konyo Konyo, el inmenso mercado central de Juba, estos productos siguen estando disponibles.
“Lo que más vemos son estrías graves, porque la piel se vuelve muy fina y se desgarra con facilidad”, explica el dermatólogo Chirag Kotecha. En su clínica recibe cada semana a mujeres cuya piel se ha visto gravemente afectada por el uso de productos blanqueadores ilegales. “Otras mujeres sufren acné severo o una decoloración de la piel que hace que parezca gris. Eso es difícil de tratar”.
Sin embargo, Kotecha observa una discreta evolución entre sus pacientes. “Las chicas jóvenes suelen estar mejor informadas sobre los peligros de las sustancias que blanquean la piel”, señala. “Algunas han visto en sus madres cuánto daño pueden hacer estos productos”. Ahora las mujeres más jóvenes acuden a su clínica, sobre todo en busca de consejos para el cuidado de la piel y de tratamientos de belleza.
La agente de modelos Peter también observa que cada vez menos chicas jóvenes se blanquean la piel. Según ella, esto tiene todo que ver con el creciente número de modelos sursudanesas de éxito que causan sensación en Occidente. Y afirma: “Su presencia demuestra que nuestra piel es lo suficientemente bella”, afirma, “que nosotras también podemos estar ahí”.