Cuando ha pasado poco más de un mes de la muerte del cantante británico Liam Payne, este miércoles 20 de noviembre está previsto que se celebre su funeral en una ceremonia privada, según han informado los medios británicos. Los restos mortales del artista, que falleció a los 31 años el pasado 16 de octubre al precipitarse desde el balcón de un tercer piso del hotel Casa Sur en Buenos Aires y que no llegaron a Londres hasta el 7 de noviembre debido a las investigaciones policiales, serán enterrados tras un servicio en los Home Counties, los condados del este y sureste de Inglaterra que rodean la capital británica.
Se espera que acudan tan solo los familiares, los amigos más cercanos del artista y su novia, Kate Cassidy, así como sus antiguos compañeros de One Direction, el grupo de pop británico que los convirtió en estrellas mundiales: Louis Tomlinson, Niall Horan, Zayn Malik y Harry Styles. “Su familia ha hecho todo lo posible para organizar el servicio perfecto y darle la despedida que se merece”, ha dicho una fuente cercana a la familia al medio británico The Sun. “Puede que Liam haya sido una superestrella mundial, pero para Geoff y Karen [padres del artista] siempre será su pequeño. Será un día increíblemente difícil”, ha añadido.
Mientras en el Reino Unido Liam Payne recibe un último adiós, en Argentina continúan las investigaciones para esclarecer las circunstancias del trágico fallecimiento del artista. La fiscalía de Buenos Aires, tras el dictamen del fiscal a cargo del caso, Andrés Madrea, imputó el pasado 8 de noviembre a tres personas por su muerte: a un acompañante del artista al que se le acusa de abandono de persona seguido de muerte y de suministro de drogas; a un empleado del hotel donde murió por suministrar cocaína al músico; y a un traficante por proveer estupefacientes al vocalista que propiciaron su muerte. Y si bien los investigadores policiales determinaron que el cantante estaba solo en la habitación en el momento en el que se precipitó desde el balcón, también probaron “al menos cuatro suministros de estupefacientes de terceros y otras facilitaciones de consumos adictivos, por parte de su entorno directo, que tuvieron como destinatario al exintegrante del grupo One Direction durante su alojamiento en el mencionado hotel, entre el 13 y 16 de octubre”, informó la fiscalía argentina. Por el momento, la investigación policial continúa abierta y se espera la sentencia de la jueza a cargo del caso, Laura Bruniard.
Las despedidas por la prematura pérdida del artista comenzaron el mismo día de conocerse la noticia del fallecimiento en forma de un improvisado memorial a las puertas del alojamiento de la ciudad argentina. Un día después de la muerte del vocalista, su familia se pronunció sobre la tragedia a través de un comunicado donde pedían tiempo para asimilar todo lo ocurrido: “Tenemos el corazón roto. Liam siempre vivirá en nuestros corazones y le recordaremos por su alma amable, divertida y valiente. Nos apoyamos mutuamente lo mejor que podemos como familia y pedimos privacidad y espacio en este momento tan terrible”.
Los cuatro exmiembros de One Direction también se pronunciaron sobre la tragedia en un mensaje conjunto publicado en el Instagram oficial del grupo: “Estamos completamente devastados”, se leía en la publicación del 17 de octubre, que no acompañaron de ninguna foto. En el mensaje también explicaban que necesitaban un tiempo para “llorar y procesar” la muerte de su amigo. “Las historias que compartimos con él se quedaran con nosotros para siempre. Te echaremos terriblemente de menos. Te queremos, Liam”, se despedían. Poco tiempo después, Styles, Malik, Tomlinson y Horan, el último en verse con Payne en la capital argentina, publicaron también cartas individuales de despedida en sus redes sociales.
La que fue novia de Payne durante más de dos años, la influencer estadounidense Kate Cassidy que viajó con el cantante a Argentina y pasó unos días con él antes de su muerte, también escribió un mensaje de despedida a través de las stories de su Instagram. “Gracias por todas las palabras amables y por el amor que me habéis enviado. He estado absolutamente perdida. Nada de lo ocurrido estos días atrás me parece real. Ruego y rezo para que se me dé la oportunidad y el espacio de atravesar esto en privado”, pedía. “Liam, mi ángel, lo eres todo para mí. Quiero que sepas que te amé completa e incondicionalmente. Seguiré amándote el resto de mi vida. Te quiero, Liam”.
Dos días después de la muerte de Payne, el 18 de octubre, el padre del músico, Geoff Payne, llegaba a Buenos Aires para encargarse de los trámites de repatriación del cuerpo de su hijo. Sin embargo, este proceso se demoró unas tres semanas debido a que la fiscalía argentina debía concluir con los estudios toxicológicos e histopatológicos complementarios de la autopsia, así como también a los trámites burocráticos y a complicaciones legales. Antes de la repatriación, el cuerpo de Payne fue trasladado al cementerio Británico en Chacarita (Buenos Aires) para ser embalsamado. Este procedimiento, que duró aproximadamente 48 horas, tenía como fin preservar el cuerpo del músico para poder realizar su viaje de regreso a Londres.
A falta de conocer todavía todos los datos definitivos de la autopsia, el informe preliminar concluyó que la causa de la muerte del cantante fue un “politraumatismo y una hemorragia tanto interna como externa” debido a la caída. Además, el informe toxicológico preliminar confirmó la presencia de sustancias como cocaína, cocaína rosa, benzodiazepinas y crack en el cuerpo de Payne, sugiriendo que, cuando se precipitó desde el tercer piso el músico atravesaba algún tipo de brote producto del abuso de sustancias. En su habitación, la policía encontró sustancias que acreditaban “una situación previa de consumo de alcohol y estupefacientes”. Además, la fiscalía argentina agregó que, por la posición en la que quedó el cuerpo y las lesiones de la caída, Payne “no adoptó una postura reflejo para protegerse y pudo haberse precipitado en un estado de semi o total inconsciencia”.