La Mesa de la Asamblea de Madrid, que domina el PP de Isabel Díaz Ayuso, ha reducido este viernes de 22 a 18 días la sanción sin sueldo al diputado Pablo Padilla, de Más Madrid, por imitar el gesto de un disparo durante una intervención en el pleno de la presidenta regional, según avanza a EL PAÍS una fuente parlamentaria. La decisión se produce tras un informe de un letrado del Parlamento que recomendaba disminuir el castigo a 15 jornadas, ya que de las imágenes del incidente se deduce que el representante del partido de izquierdas apuntó al suelo, y no a la bancada del PP, y porque esa fue la multa impuesta a Rocío Monasterio (Vox) esta misma legislatura por votar dos veces en la misma iniciativa. La Mesa ha asumido únicamente esa primera razón. En su escrito de reconsideración, Padilla pedía el archivo del procedimiento, o, en su defecto, la sanción mínima, y aún tiene la posibilidad de acudir a la justicia.
La polémica estalló el pasado 23 de mayo, cuando un vídeo publicado en redes sociales, y grabado desde un escaño, mostró cómo el diputado de Más Madrid gesticulaba estirando sus brazos mientras hacía con sus manos movimientos que simulaban una pistola disparando. La acción apenas duró unos segundos, y se produjo en el contexto de un pleno marcado por la tensión.
Así, la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, había acusado a Ayuso de “ponerse al lado de los genocidas” por su apoyo a Israel en los bombardeos de Gaza tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023. Por su parte, la presidenta había criticado con la máxima dureza que el Gobierno del PSOE y Sumar promocionara el reconocimiento de Palestina como Estado en ese contexto.
“Pretenden que las democracias hagan con Hamás lo mismo que con ETA”, dijo Ayuso. “Tú mata, que yo te daré una comunidad autónoma”, siguió. “Tú mata, que yo te daré un estado”. Los gestos de Padilla se produjeron, precisamente, mientras Ayuso defendía a Israel en la sesión de control a su gobierno.
En su escrito de alegaciones, el diputado de Más Madrid defendió que su gesto “no fue advertido por ninguna persona presente en la sala”, en un intento de apuntalar la idea de que no alteró el orden del pleno ni su decoro, aspectos clave para poder sancionarle. En contraste, la instructora de su expediente, que es la diputada Mercedes Zarzalejo, del PP, ofrece el testimonio de diputados del PP y Vox, que declaran haber observado lo hecho por Padilla.
Además, la diputada del PP negó la petición de que un perito independiente examinara si las pruebas gráficas habían sido editadas o manipuladas, y tuvo en cuenta testimonios de representantes conservadores que afirmaban que había precedentes en la actitud del representante de Más Madrid, “considerando que su conducta afecta al normal desarrollo de las sesiones parlamentarias”.
Frente a eso, el escrito de reconsideración de Padilla subrayó que la instrucción no había sido imparcial, y sí “discriminatoria y de dudosa constitucionalidad”, lo que abona la posibilidad de un recurso judicial. De esta manera, la representación legal del diputado recalcó que la instructora, Zarzalejo, es diputada del PP, y por tanto, tiene “dependencia jerárquica” de Ayuso, lo que configura al partido conservador como “juez y parte” en el proceso. Como ejemplo se cita que los únicos testigos del proceso hayan sido diputados de Vox (grupo denunciante) y PP.
Son personas, argumentó la defensa, “que han manifestado una evidente animadversión o, incluso, enemistad” con el acusado. Y una de ellas, Ana Cuartero, de Vox, reconoce que ni siquiera estaba en el hemiciclo cuando ocurrió todo. Por ello, concluye la representación de Padilla, la credibilidad de estos testimonios es mínima.
Al tiempo, los representantes del diputado afirman que las imágenes establecen que su gesto no se dirigió hacia las personas que se sientan enfrente suyo (Ayuso, los consejeros del gobierno, y los diputados del PP), sino al suelo. Unos razonamientos que no han evitado que sea castigado, aunque sea con cuatro días menos de los inicialmente propuestos.