Si algo aprendió Hemingway durante su estancia parisina, como probablemente harían todos los que acabaron allí persiguiendo el mito de la bohemia, fue a celebrar la vida a diario: “La idea de que todos los días debían ser festivos me pareció un descubrimiento maravilloso”, escribió en París era una fiesta. Una premisa que, de algún modo, late también en la nueva colección de fiesta de Lefties, Lefties Party Looks: Night Lights.
La firma nos lleva a la Ciudad de la Luz con una propuesta que captura el hipnótico charme francés y burla las franjas horarias: es una apuesta a la elegancia del negro, donde los tejidos más elevados se encuentran con la comodidad y la fluidez de las siluetas —tan poco frecuente en las prendas de noche—, creando un contraste de texturas tan inesperado como evocador. Lo confortable y lo sensual, la fantasía y lo casual al servicio de la fiesta. ¿Quién dijo que para estar guapa había que sufrir?
En el marco de la Navidad, Lefties nos invita a cuestionarnos el peso de las tradiciones evolucionando hacia un dress code más actual, que reivindique el estilo personal frente a las reglas de la moda. Un deseo que lleva un tiempo gestándose en pasarelas y alfombras rojas; con la imagen de Kim Kardashian en la última gala del MET, por ejemplo, con una chaqueta de lana sobre un imponente corsé metalizado como culmen. Lefties Party Looks: Night Lights comparte esa naturaleza experimental, con prendas de fantasía que nos recuerdan que no hay nada más sexy que sentirse fabulosa en la propia piel.
Porque cada prenda está pensada para usarse en cualquier ocasión, para mezclarlas sin pedir permiso ni perdón: la elegancia de un traje de corte masculino, la calidez de un abrigo peludo sobre un vestido lencero, el movimiento de un minivestido de terciopelo que cae sobre el cuerpo, el puntito excéntrico de un conjunto de punto embellecido con plumas o pedrería, o el contraste juguetón de las transparencias y los encajes. Sin renunciar al minimalismo ni a la sencillez, la colección entremezcla la feminidad y glamour de las propuestas de noche, con esa belleza exquisita y caótica de quien vuelve a casa, con el sol a sus espaldas y la conciencia de que ha merecido la pena.
El manifiesto festivo de Lefties está protagonizado por dos figuras internacionales que encarnan a la perfección el espíritu femenino y effortless de la colección (y de la capital francesa). Por un lado, la modelo e influencer Emma Ellingsen, conocida como ‘la Kendall Jenner naciente de Noruega’, uno de los nombres más populares de las redes sociales escandinavas. Con un estilo relajado de factura Y2K y una personalidad cercana e ingeniosa, esta estrella emergente de YouTube se ha ganado el corazón de millones de seguidores. “Me encanta cuando las personas se sienten lo suficientemente cómodas para explorar sus propias representaciones, probar cosas y estilos nuevos y simplemente divertirse”, aseguraba en una entrevista en Vogue Escandinava, algo que practica en su contenido en redes, trufado de tendencias, trucos de maquillaje y cultura pop.
Por otro lado, en este paseo a orillas del Sena, la acompaña la supermodelo Luoyi. En apenas dos años, el rostro de esta joven nacida en Sichuan, se ha vuelto omnipresente en desfiles y campañas: Prada, Jacquemus, Chloé, Hermés, Dior… Su actitud desafiante y, a la vez, despreocupada, le ha concedido ese estatus de imprescindible que solo alcanzan las que llevan kilómetros sobre las pasarelas. A las pruebas nos remitimos.
Los tejidos de fantasía son los auténticos protagonistas de esta colección. El terciopelo regresa con fuerza, en minivestidos, faldas midi o trajes de americanas cropped y pantalones wide leg para aprobar con nota en las comidas y cenas de empresa. El encaje reclama su reinado, explotando su sensualidad en bodies y pantalones atrevidos, a la vez que comparte protagonismo con metalizados y transparencias. Incluso los esenciales se sacuden el aburrimiento, cubriéndose de strass, plumas y volantes. Porque París era, y sigue siendo, una fiesta. Lefties nos proporciona las claves para llevarla a nuestro terreno.
Hazlo brillar
Terciopelo, strass y, por supuesto, lurex: el armario de los últimos meses del año siempre brilla con luz propia. Lefties se apoya en estos materiales, con una propuesta de evocación setentera, para reinar en la pista de baile. ¿Una apuesta segura? Este traje vibrante de chaqueta wrap y pantalones fluidos, dignos de la mismísima Diana Ross. En conjunto, grita fiesta. Por separado, sus posibilidades son las mismas que un buen Little Black Dress: infinitas.
Un vestido: Tube
No es casualidad que los vestidos tube se convirtieran en el uniforme de Victoria Beckham cuando giraba con la Spice Girls: con una silueta minimalista, propia de los años 90, que sienta como un guante, es capaz de adoptar unas u otras intenciones según el tipo de tejido, el estampado o los detalles que se le apliquen. Este de Lefties, repleto de volantes en el escote, respira feminidad y elegancia. El vestido con el que nos gustaría despedir y empezar el año.
Oda al pelo
Rosalía en el videoclip de Omega, con un peludísimo gorro XXL, o aquel vestido redondísimo de peluche que no tardó en hacerse viral, son tan solo un ejemplo de la poderosa estética Slavic Girl que de ha encumbrado desde las redes sociales: una oda al pelo —sintético, por favor—, que toma la forma de los abrigos maxi más elegantes y versátiles del invierno. ¿Cómo se lleva? A modo de capas, como nos enseñó Carrie Bradshaw, porque su versatilidad nos permite tanto disimular el pijama como adaptar un vestido lencero al invierno.
Transparencias poderosas
Frente al constante escrutinio y censura al que se somete el cuerpo femenino, los encajes y las transparencias han ido ganando fuerza temporada tras temporada hasta convertirse en una tendencia indómita. Un juego de capas e ilusiones, donde la lencería y la silueta reclaman el protagonismo que merecen. Para iniciarse en la tendencia con seguridad, lo mejor es empezar con tops como los que nos propone Lefties. Se pueden poner bajo corsés, para añadirle una capa de fantasía; sobre un sujetador, cuando ganemos confianza; o con nada por debajo, llevando a la práctica el contestatario free the nipple.
Maximalismo en plata
Si las temporadas pasadas llevaban el color del oro, este año la plata le toma el relevo en clave maximalista. La lección la aprendimos en la pasarela, con los últimos desfiles de Balmain, Coperni o Gaultier: los pendientes y los chocker de motivos románticos o naturalistas son perfectos para elevar un look y aportarle luz al rostro. Las incrustaciones suman puntos.
Por partida doble
Tan fáciles de combinar entre sí como por separado, los conjuntos coordinados son tan polifacéticos como favorecedores. Este set glitter con chaqueta de cuello redondo y falda de tubo es la alternativa perfecta al vestido negro, ideal para las cenas familiares que están por llegar. ¿Un truco? Añadirle unos mocasines con calcetines para un toque diferente.