“En ningún sitio los vi”, asegura en rueda de prensa el diputado de Vox en las Cortes de Castilla-La Mancha David Moreno refiriéndose a los efectivos de la Cruz Roja en la dana. Cuentas falsas publican fotomontajes de la organización dando las gracias a Pedro Sánchez con pintadas en las zonas más afectadas. La etiqueta #NiUnEuroACruzRoja llegó a ser tendencia en la red social X con mensajes que sugerían que el dinero se iba a pagar a su personal en lugar de ayudar a las víctimas y con multitud de imágenes que trataban de contraponer, como si fuera una competición desigual, la asistencia a los inmigrantes que llegan en patera con la de los damnificados por la riada en Valencia. Por primera vez en sus 160 años de historia, Cruz Roja tiene que dedicar parte de su tiempo en plena emergencia a desmentir bulos. En su última nota de prensa afirman haber ofrecido manutención a más de 160.000 personas y alojado a 4.000. Han elaborado un plan a tres años con el que esperan ayudar a 100.000 afectados. Íñigo Vila, director de Emergencias de la organización, con experiencia en operativos como el del camping de Biescas, las grandes inundaciones en Badajoz; el 11-M, el accidente del Alvia, el huracán Katrina, el terremoto de Haití o el tsunami de Indonesia, sabe que las necesidades tras una catástrofe no se resuelven en dos semanas.
Pregunta. Dicen diputados de Vox y una colección de cuentas anónimas en X que no se les ve en Valencia. ¿Dónde están y qué han hecho hasta ahora?
Respuesta. Estábamos antes, estamos durante y estaremos en el después. Fuimos los primeros en montar albergues en Utiel y Requena, por ejemplo. Prestamos atención psicosocial, entregamos avituallamiento a personas que se quedaron bloqueadas, tenemos un convenio con el colegio de farmacéuticos, de forma que nos preparan los medicamentos que necesita la gente para que los entreguemos puerta a puerta… Nosotros también somos damnificados de esta dana: perdimos seis sedes, un almacén con materiales de emergencia en Picanya, 13 vehículos… El primer acceso a los sitios, bien por el agua, el barro o por los numerosos vehículos atrapados, fue muy complejo. Desde que se abrió, hemos estado haciendo tareas de limpieza y desescombro y nuestra relación con los Ayuntamientos es fluida. Ninguno puede decir que Cruz Roja no se haya acercado para ofrecer ayuda. Tenemos a gente en el 112 de manera constante y cruzamos todas las demandas, tanto las que entran por esa vía, como las que lo hacen por el puesto de mando en Paiporta o por nuestros propios equipos en la calle, y las cursamos de manera coordinada para no llegar, por ejemplo, a un sitio y que nos digan: ‘Esto ya lo hizo la UME’.
P. ¿Cuántas personas de Cruz Roja han trabajado en la emergencia y a cuántas personas han asistido?
R. Por la operación han pasado 5.000 personas. Intentamos mantener de manera estable entre 1.000 y 1.200 personas en la provincia de Valencia, dependiendo de los relevos, porque viene mucha gente de otras zonas. Hemos llegado a tener hasta 16 ambulancias en la calle, entre otras cosas, para atender a la gente que estaba limpiando, porque al limpiar se producen traumatismos, cortes, heridas, lesiones oculares… o para evacuar a alguien si es necesario. El 95% de las más de 216.000 asistencias que hemos hecho por la dana han sido en la provincia de Valencia.
P. ¿Cuánto dinero han recibido en donaciones por la dana?
R. Cruz Roja ha recaudado en apenas dos semanas más de 43 millones de euros de particulares y otros 30 millones de empresas y fundaciones. Es la mayor recaudación en una operación nacional. Ha superado el volcán de La Palma, la pandemia…
P. Otro de los comentarios más extendidos estos días es que ese dinero va al personal de Cruz Roja, no a los afectados.
R. Ese dinero es para la ejecución de un plan para tres años que se irá ajustando a las necesidades. Por eso pedimos dinero, porque nos permite tener un proyecto incluso de entregas en efectivo a los afectados para que lo inviertan en lo que precisen, en las necesidades que no tengan cubiertas. Cruz Roja tiene unos 250.000 voluntarios y el personal remunerado da la estructura para que el voluntariado pueda hacer su trabajo. Ahora, más de dos tercios de la operación de la dana son voluntarios. Cuando dimensionamos las operaciones lo hacemos con la capacidad de mantenernos, no para estar tres días a muerte y quedarnos sin músculo al cuarto. Y son años de formación, de inversión en materiales. Toda la gente que llega de otras provincias sabe cuál es su función, no hay que enseñárselo en el momento de la urgencia. Tenemos una relación previa con la UME, hacemos prácticas… Unas semanas antes de la dana, por ejemplo, estábamos en un simulacro en Guadalajara por un incidente nuclear.
P. De todos los bulos que han circulado estos días sobre Cruz Roja, ¿hay alguno que le haya dolido especialmente?
R. La verdad es que estamos tan centrados en la operación que no hacemos mucho seguimiento de lo que sale en redes. Siempre nos hemos sentido muy apoyados por la sociedad española. La mejor manera de combatir la desinformación es seguir trabajando en las calles e intentar llegar al mayor número de personas. Cruz Roja Española y las otras 191 Cruz Roja y Media Luna Roja del mundo se rige por siete principios, entre ellos, humanidad, imparcialidad y neutralidad. Hemos trabajado con gobiernos de todos los colores. A nosotros, lo único que nos preocupa es que la gente tenga su medicación, que reciba comida, elementos de higiene…
P. ¿Es la primera vez que Cruz Roja sufre una campaña de descrédito de este tipo?
R. Desde hace unos años todo está más polarizado y hemos empezado a recibir ataques por atender a personas migrantes. Llevamos más de 25 años atendiendo pateras y nunca había pasado absolutamente nada y en los últimos años, de repente, sí. No sé si eso está en la base de esto, pero es el primer desastre natural donde nos ocurre. No nos pasó con el volcán de La Palma, ni con el terremoto de Lorca, ni con el Alvia, ni con el accidente de Spanair, ni en Biescas, ni en tantos incendios e inundaciones en los que hemos trabajado. Ha ocurrido ahora. Pero nosotros nos basamos en la vulnerabilidad, no en el origen, religión o color de piel. La organización trabaja así desde hace 160 años y va a seguir trabajando así.
P. ¿Le entristece esta situación, el hecho de tener que dedicar tiempo a desmentir bulos?
R. Me entristece por los voluntarios que dan su tiempo, que lo dejan todo atrás para poder ir a Valencia y que tienen que soportar que a veces les hagan comentarios por la calle. Pero la única manera de seguir demostrando qué es Cruz Roja es seguir trabajando.