La política es un asunto familiar en ciertos pueblos. Y en Palos de la Frontera (12.700 habitantes, Huelva) la flamante y joven alcaldesa del PP, Milagros Romero, ha puesto el listón muy alto. Hace solo tres semanas accedió como regidora para suceder a su padre, Carmelo Romero, regidor durante 30 años y senador popular. Pero ahora ha vuelto a ser noticia porque ha repescado a su progenitor como teniente de alcalde y número dos, responsable ahora de más áreas incluso que durante sus tres décadas al frente del municipio.
El PP onubense dio la orden este verano a los cuatro alcaldes de Lepe, La Palma, Aljaraque y Palos de la Frontera para que eligieran entre sus puestos como regidores y los que ocupaban en el Senado, Congreso y Diputación de Huelva. Y el único que ha encontrado la fórmula para irse, sin alejarse mucho de la alcaldía, ha sido Romero. Nombró sucesora a su hija Milagros tras lograr que los siete primeros en la lista del PP y concejales renunciaran ante notario a optar a la alcaldía y la edil, de 26 años y solo un año y medio de experiencia como concejal de Educación y Juventud, saltó al liderazgo municipal.
Ahora Milagros ha considerado que el cargo ideal para su padre es ser su mano derecha. Desde el PP onubense echan balones fuera: “Es un nombramiento, ni lo vemos ni dejamos de verlo, no hacemos valoraciones”, alega un portavoz del partido. El PP gobierna con mayoría absoluta este municipio costero, con 13 ediles de 17, mientras que el PSOE cuenta con cuatro asientos.
El PSOE tilda esta alcaldía hereditaria de “cacicada”. “Por mucho que el PP le haya dicho que tiene que dejar la alcaldía para irse al 100% al Senado, Romero hace caso omiso (…) Trata la alcaldía como algo propio que se puede quedar en casa. Poner a su hija de alcaldesa le ha parecido poco a Carmelo Romero, por lo que ahora ella le ha devuelto el favor nombrando a su padre primer teniente de alcalde y portavoz del Ayuntamiento”, ha censurado Belén Castillo, portavoz socialista en este pueblo a solo 12 kilómetros de la ciudad de Huelva, y que ve un claro caso de nepotismo en los sucesivos nombramientos.
Romero ha desplazado de este modo al anterior teniente de alcalde, Ricardo Bogado, concejal de Obras. El senador popular supervisaba antes el área de seguridad con Policía y Protección Civil, pero ahora sumará la coordinación de personal, concejalías y la limpieza viaria. El nuevo número dos repetía que carecía de sueldo como alcalde, pero el PSOE recuerda que ahora percibirá más de 2.000 euros al mes por asistir a los plenos y las juntas de gobierno locales, además de su salario en el Senado. Mientras, el sueldo de su hija será de 46.000 euros como regidora.
El histórico alcalde de Palos de la Frontera tiene asimismo a su hermana como jefa de personal en el Ayuntamiento, su otra hija como profesora en la guardería municipal, al novio de esta como policía local, una prima como encargada de la residencia de ancianos, a su cuñada como monitora de talleres municipales, y a otro cuñado y dos sobrinos empleados en el Consistorio.
La nueva alcaldesa ha nombrado por decreto como jefe de gabinete a Rafael Bonilla, cuyo reciente nombramiento llama la atención por el único requisito para su desempeño: Bachillerato. La madre de Bonilla, Teresa Milagros García, ha sido designada como asesora de servicios sociales y mayores a jornada completa, y cuyo único requisito para su desempeño: capacidad de gestión demostrada.
Milagros Romero, licenciada en Ciencias Políticas, ha rechazado responder a este diario. “No puede atender debido a que en la actualidad se encuentra plenamente centrada en trabajar por su municipio y poner en marcha proyectos que son prioritarios”, ha alegado su portavoz sobre la negativa. Su padre Carmelo, así como el presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, han eludido asimismo responder a las preguntas sobre sus nombramientos.
Palos de la Frontera es uno de los pueblos más ricos de Huelva, ya que en su término municipal se ubica el polo químico, cuyas empresas pagan millonarios impuestos a las arcas municipales. Ahora mismo, la tesorería del Ayuntamiento atesora más de 100 millones después del pago de 16,8 millones por las dos plantas de hidrógeno verde de compañías como Cepsa, y el último ejercicio de 2023 acabó con un superávit de 22 millones. Esto hace que los impuestos locales para los vecinos, como la basura o el agua, son muy baratos. Palos de la Frontera está encajonado entre la gigantesca y tóxica balsa de fosfoyesos y el polo químico. El efecto directo sobre la salud de los vecinos carece de pruebas científicas, pero los registros oficiales sí reflejan una mortalidad superior a otras ciudades de casos de cáncer, de entre el 15% y el 20%, además de un exceso similar de mortalidad en enfermedades cardiovasculares.
“Pese al superávit económico, Palos no tiene teatro y la limpieza brilla por su ausencia en plena decadencia. No se invierte en cultura porque cuando la gente tiene cultura, piensa. Y aquí ha habido miedo y dependencia, con trabajos mal pagados, pero a dedo”, censura Castillo. La tasa de paro local ronda el 6% y el salario medio es de 18.936 euros, un 5% menos que el sueldo medio en España.