“El interés en estos momentos está en las víctimas, los desaparecidos y sus familias. Nos solidarizamos con ellos y transmitimos todo el apoyo y pesar del Gobierno. También nos preocupa la movilidad en toda la zona afectada en la Comunidad Valenciana, pero nos faltan elementos de juicio para hacer un diagnóstico”. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha abierto su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras el devastador paso de la dana por la Comunidad Valenciana reconociendo un alto grado de incertidumbre sobre el estado de carreteras y líneas de ferrocarril.
Con cerca de un centenar de muertos contabilizados hasta el momento, un número incierto de desparecidos, incalculables daños en las inmediaciones de Valencia, y el colapso tanto del tren como de las carreteras en esa provincia, los arreglos van a tardar en surtir efecto en la movilidad. Adif trabaja en la supervisión de los desperfectos en las líneas ferroviarias y la contratación de los trabajos de reposición. En las carreteras, la prioridad es retirar los vehículos varados, con 80 kilómetros anegados solo en la provincia de Valencia.
Anoche, cuando preparaba la rueda de prensa, Puente ya apuntó en su cuenta de la red social X al viaducto tumbado por el torrente de agua en la A7, que sirve de circunvalación a Valencia, como “el punto más crítico de la red de carreteras por volumen de tráfico, gravedad de los daños y dificultad de reparación”. Esa vía, destrozada en el entorno del cruce con la A3, en Quart de Poblet, recibe unos 100.000 vehículos diarios. Su colapso “tiene un impacto enorme en la movilidad y va a ser difícil devolverlo a la normalidad”.
Pero el impacto del devastador temporal va mucho más allá. Al inicio de la alocución del ministro, siguen cortadas carreteras en Valencia, Cuenca, Teruel, Albacete, Sevilla, Málaga o Cádiz. Son unas 120 las afectadas. La línea de alta velocidad Madrid-Valencia, el Corredor Mediterráneo entre Valencia y Barcelona o las Cercanías en la ciudad levantina siguen sin funcionar. Y algunas líneas estarán cerradas durante meses.
Solución de urgencia
El problema en la circunvalación de Valencia, sobre el que el ministro ha centrado buena parte de su presentación, se intenta solucionar con la apertura de la V-30 en ambos sentidos y con la habilitación de un sentido de la circulación en la V-31, pero este parche para la circulación tardará semanas en hacer efecto. “Las circunstancias son muy restrictivas. La recomendación ahora es que no se coja el coche porque eso dificulta rescatar vehículos y buscar personas”. Puente ha anticipado que la reforma del viaducto de la A-7 “llevará meses”. Los daños también son preocupantes en las carreteras nacionales 330 y 322.
La crisis en el ferrocarril pasa por dos severos problemas en la línea de alta velocidad Madrid-Valencia. En el túnel de Chiva hay “1,2 kilómetros de la infraestructura que ha cedido totalmente. Ha desaparecido y tendremos que reponer la infraestructura”. En el túnel del Torrent otros dos kilómetros están inundados. “No va a ser posible circular en los próximos 15 días o tres semanas en alta velocidad. Di una primera aproximación de corte hasta el lunes para que la gente no contara con el uso de la línea durante el fin de semana, pero aún estamos por cuantificar los daños. Hay que levantar todo e instalar vía nueva. Estamos actuando ya, pero es complicado incluso el acceso”.
Si la situación en la alta velocidad es preocupante, la de Cercanías es apocalíptica. “Las líneas C1, C2 y C3 están desparecidas. No contamos con ellas”. 90 kilómetros de la C3 están completamente destrozados, ha relatado el titular de Transportes. También hay 25 kilómetros de la C2 desaparecidos. “En el caso de la C3 hablamos de muchos meses para su reparación. Veremos qué pasa con la C1 y la C2″.
Las líneas C5 y C6 sí están en condiciones de ponerse en circulación, tras distintas reparaciones, pero no se hará hasta contar con la seguridad de que las condiciones meteorológicas lo aconsejan. Se tomará una decisión al respecto en las próximas 24 horas. También podría arrancar el Euromed a Castellón.
Óscar Puente ha señalado que no se escatimarán ni recursos ni efectivos: “Tenemos ya a 300 personas de la demarcación de Carreteras actuando en el lugar. Los puertos y aeropuertos están en perfecto estado, pero la red de carreteras y de ferrocarril impiden el normal funcionamiento”. Su departamento va a tener un papel determinante al liderar la obra pública.
Con un tono lejano al reproche político y rodeado de sus más íntimos colaboradores, el ministro de Transportes ha desaconsejado “toda movilidad que no sea estrictamente necesaria”, y ha eludido entrar a valorar el funcionamiento del sistema de avisos de emergencia de la Comunidad Valenciana: “Ahora nos ocupan las víctimas y ya habrá tiempo para lo demás”.