El principal sospechoso del ‘caso Madeleine’ podría salir de prisión en septiembre de 2025 | Sociedad



El principal sospechoso del caso Madeleine, que cumple condena en una prisión alemana por otros delitos, podría quedaren libertad en septiembre de 2025, tras ser absuelto este martes de tres cargos de violación y dos de abuso sexual infantil. Un tribunal de Braunschweig (en el centro de Alemania) declaró no culpable a Christian Brückner en un proceso que no está relacionado con la desaparición de la niña Madeleine McCann y en el que se juzgaban varias agresiones que el alemán cometió presuntamente en Portugal entre 2000 y 2017.

Los magistrados determinaron que no había suficientes pruebas que incriminaran a Brückner, mientras que la fiscalía —que ya anunció con antelación que apelaría la sentencia en el caso de una absolución— reclamaba 15 años de cárcel. La fiscalía le acusaba de haber acechado a varios niños y haberse masturbado delante de ellos, así como de haber violado a una joven irlandesa a punta de cuchillo tras entrar en su apartamento y de otras agresiones sexuales de las que solo hay constancia en unas cintas de vídeo que nunca se llegaron a encontrar. La víctima irlandesa acudió a declarar como parte del proceso el pasado mes de mayo, pero dado que el hombre que la violó llevaba el rostro cubierto con una máscara, no fue posible una identificación inequívoca del perpetrador.

En estos momentos, Brückner ya cumple una pena de siete años de prisión por la violación en 2005 de una mujer estadounidense, también en el sur de Portugal, pero, salvo que salga adelante el recurso de la fiscalía, quedará en libertad en menos de un año. En 2020, la fiscalía de Braunschweig anunció que Brückner es sospechoso de haber secuestrado y asesinado a la pequeña Madeleine McCann, pero todavía no ha formulado una acusación de manera formal.

El 3 de mayo de 2007, cuando tenía tres años, Madeleine McCann se esfumó de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos en un apartamento de Praia da Luz, en el Algarve portugués, mientras sus padres cenaban con otras parejas en un restaurante del complejo. La atención mediática se dirigió primero a los padres, que llegaron a ser considerados sospechosos formales por la Policía portuguesa, una acusación que fue desestimada. Tras años sin pistas fiables, en 2020 las autoridades alemanas anunciaron que tenían a un sospechoso, el pedófilo y agresor sexual Christian Brückner, que se hallaba en las inmediaciones cuando la niña desapareció, según la señal de su teléfono móvil, y hay un testigo que asegura que el sospechoso le confesó el asesinato de la pequeña, pero de momento no existen pruebas suficientes para acusarle formalmente.



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