Tras vetar en este legislatura plenos monográficos en la Asamblea de Madrid sobre el problema de la vivienda; las residencias; la emergencia climática; o la política educativa, según el registro oficial de la Cámara, el PP de Isabel Díaz Ayuso ha decidido solicitar este jueves la celebración de un pleno monográfico sobre la ironía. Así lo ha anunciado el portavoz de los conservadores, Carlos Díaz-Pache, para intentar ridiculizar que su homólogo del PSOE, Juan Lobato, haya decidido registrar la petición de un pleno monográfico sobre la libertad de prensa como consecuencia de un supuesto ofrecimiento de la presidenta durante la sesión de control de este jueves, que era irónico y no real.
Todo empezó la semana pasada, en el debate sobre el estado de la región, cuando Lobato planteó a Ayuso un pleno monográfico sobre la financiación autonómica, para conocer con exactitud cuál es el modelo que defiende la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Este jueves, la presidenta regional ha recogido el guante irónicamente, y ha lanzado, en respuesta a una pregunta de Lobato, que le va a “proponer un pleno contra la censura como periodista” ya que él proponía “un pleno [sobre financiación] como técnico de Hacienda”.
Como el PSOE ha decidido a continuación registrar la solicitud de un debate monográfico sobre prensa, radio, televisión y otros medios de comunicación social, el PP ha decidido que era una buena idea hacer escarnio de la propuesta.
“[Lobato] no entiende las palabras de la presidenta y no se entera mucho de lo que está pasando en esta Asamblea”, le ha minusvalorado Díaz-Pache para luego anunciar el registro de la petición.
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Así lee la solicitud formal: “Don Carlos Díaz-Pache Gosende, Portavoz del Grupo Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid, al amparo de lo dispuesto en el artículo 216 del Reglamento de la Cámara, solicita la celebración de un debate monográfico en Pleno sobre la ironía en la Asamblea de Madrid”.
Ahora tendrá que decidir la Mesa de la Cámara, donde el PP tiene mayoría absoluta. Ahí caben dos posibilidades. Una, que el órgano que rige el día a día del Parlamento autorice la celebración del pleno, pese a su sorprendente contenido, al no detectar problemas formales en la petición. La otra, que rechace la petición, pese a carecer de defectos, participando de una especie de broma.
La posibilidad de ese descrédito, de hecho, ha provocado una encendida intervención de Rocío Monasterio, la portavoz de Vox, contrariada porque el Parlamento no tratara problemas reales de los ciudadanos y dedicara recursos y tiempo a la iniciativa sobre la ironía.