La empresa tecnológica Amazon, una de las mayores empleadoras de Estados Unidos, avisó ayer a su personal sobre el fin del teletrabajo. Los empleados se reincorporarán a su puesto presencial a partir del próximo 2 de enero, según anunció el director ejecutivo de la empresa, Andy Jassy en una nota enviada a sus empleados. “Seguimos creyendo que las ventajas de estar juntos en el lugar de trabajo son importantes”, señaló en su carta.
Los más de 1,1 millones de empleados que cuenta la empresa en Estados Unidos tienen actualmente la posibilidad de trabajar en remoto dos días a la semana, pero, a partir de enero, el teletrabajo se concederá solo “en circunstancias especiales”, entre las que el director ejecutivo cita “un hijo enfermo, una emergencia doméstica o visitas a clientes a domicilio”. El regreso a las oficinas fue retrasado hasta el 2 de enero para ser “lo más suave posible”, según aclara la nota.
A pesar de destacar “el trabajo duro y el ingenio de sus equipos en todo el mundo”, el director ejecutivo no quiso mantener la flexibilidad laboral que tienen actualmente sus empleados. Es importante “estar unidos con los compañeros de equipo para inventar y resolver problemas difíciles”, justificó Jassy en su nota.
Para que Amazon funcione como la “mayor empresa emergente del mundo”, el CEO del gigante del comercio electrónico quiere eliminar puestos de gerencia, hasta alcanzar una cuota óptima de 15 % de managers, lo que significa un gerente por cada cinco trabajadores, y con este mismo fin va a implantar los “buzones de burocracia” donde anima a los empleados a identificar aquellas áreas donde ven posible eliminar trabas y complejidades administrativas. Según explica, el crecimiento exponencial de la compañía le llevó a multiplicar las capas de directivos que alejan con frecuencia al trabajador de la toma de decisiones”.
El teletrabajo se extendió en Amazon y en todas las empresas de EE UU con la irrupción de la pandemia de Covid-19, y la superación de la epidemia no supuso su fin en un primer momento; de hecho, muchas empresas tuvieron que pasar a modelos híbridos donde se permite teletrabajar dos o tres días a la semana.
Sin embargo, otras empresas importantes ya obligaron a sus empleados a regresar al trabajo presencial. Se supo en mayo que Citigroup, HSBC y Barclays estaban exigiendo el fin del teletrabajo, como antes había hecho Goldman Sachs. Estos intentos se encontraron con notables resistencias entre los trabajadores.
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