A pesar de que organizar un viaje con niños puede resultar algo abrumador cuando no se tiene experiencia, luego te das cuenta de que todo es ponerse y de que no es tan complicado. Como en casi todo en la vida, basta con organizarse un poco para que las cosas salgan lo mejor posible, también haciendo la maleta de los niños con suficiente antelación. Si además leísteis nuestros consejos para viajar con niños en coche, tren y avión, seguro que el viaje se os hará más llevadero.
Lo primero que hay que tener claro a la hora de preparar el equipaje es de qué espacio se dispone, la duración del viaje y si se va a ir a una zona de frío o de calor. La maleta cambia en función de las respuestas a todas estas preguntas. Otra cosa importante, y que quita mucho estrés a la hora de preparar la maleta de los niños, es tener presente que el destino al que se viaja está lleno de niños que usan ropa, comen, necesitan pañales y se ponen enfermos, igual que todos los demás, así que no hay que delirar a la hora de dejarse algo, porque el 95% de las cosas se pueden conseguir en otros lugares y la ropa se puede lavar en lavanderías. Eso sí, si los pequeños tienen una necesidad muy especial con lo que sea (comida, medicamentos, cremas…), no está de más hacer acopio extra del producto en la maleta, por si acaso allí hay dificultad para encontrarlo.
La organización es un plus: existen objetos y accesorios que os van a facilitar la vida. Unos de nuestros favoritos son los organizadores de maletas, que son pequeños compartimentos que se adaptan al espacio disponible y que permiten clasificar lo que se mete en cada uno, sin necesidad de mezclar la ropa de todos y teniéndola toda organizada.
El neceser y el botiquín son dos de los elementos más importantes cuando se viaja con niños, ya que usan sus propios productos de higiene personal y de primeros auxilios en caso de ponerse malos. En el caso del neceser, hay que tener presente que, a día de hoy, si viajáis en avión no podréis llevar con vosotros líquidos que superen los 100 mililitros (esos tienen que ir obligatoriamente en maleta facturada). Así que si queréis evitaros ese paso, hay varias opciones: llevar una minitalla, comprar en destino la crema / gel / lo que sea si este es de venta habitual; si es algo muy específico, importante o difícil de conseguir, es buena idea comprar pequeños botes rellenables aptos para subir al avión. En el caso del botiquín, nosotros siempre llevamos desinfectante por si los niños se caen y se hacen una herida, tiritas, termómetro y algo para la fiebre por si acaso, pero el elemento más indispensable del botiquín no es tangible: es el seguro de viaje por si la cosa se complica. Los nuestros han cogido virus que los han llevado al hospital en Estados Unidos y el pequeño se cayó y se abrió una ceja en Tailandia…
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Qué llevar en la maleta de mano de los niños
Normalmente, para viajar llevamos una maleta grande con la ropa de todos, que solamente abrimos una vez llegados al destino. Y, por otro lado, una maleta pequeña más a mano y a la que podamos tener acceso fácil durante el viaje. En ella siempre metemos, al menos, un conjunto de ropa de recambio, algo de comida saludable para que piquen si el hambre hace acto de presencia y algún pequeño juguete de entre sus favoritos. Por ejemplo, solemos viajar con juegos de cartas como el Virus o Banderis y también con un juego de la oca tamaño viaje, que les chifla.
Otra cosa que nunca falta en la maleta de mano de los niños es una libreta con lápices de colores y algún boli. Con ella dibujan y colorean lo que quieren y se entretienen bastante.
El tema de las pantallas es algo que depende de los padres. Nosotros no abusamos de ellas, pero sí las utilizamos en función de la duración del trayecto, sobre todo en los más largos. Para esas ocasiones también nos llevamos sus auriculares habituales.
Cómo visitar el destino con los niños: la logística
Dependiendo de la edad del niño o niña y para que la vida sea más sencilla, os recomendamos que os llevéis en la maleta la opción de transporte más adecuada para ellos. Cochecito, mochila de porteo… es algo que depende de su edad y de la opción elegida. Si os sirve como ejemplo, en nuestro caso y aun cuando ya habíamos dejado de utilizar carrito para pasear con ellos por nuestra ciudad, sí nos lo hemos llevado de viaje. ¿Por qué? Pues porque tenemos dos hijos y cuando no se cansa de caminar uno, lo hace el otro. De esta manera, pueden ir turnándose para subirse en el cochecito (en vez de a nuestra espalda) cuando se cansan y si no, el carro siempre lleva las mochilas del viaje, bolsas con alguna compra, etcétera… Es una opción muy cómoda para viajes largos, en los que se prevén buenas caminatas y cuando ellos aún no están acostumbrados a hacerlas.
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