No hubo sorpresas. El PP venía anticipando que el discurso de Cuca Gamarra en la moción de censura de Vox no se parecería en nada al que Pablo Casado defendió en la anterior iniciativa de los ultras. La opinión mayoritaria en el PP es que la vibrante intervención del líder defenestrado del PP, en la que rompió de forma contundente con la extrema derecha, perjudicó en realidad sus intereses al provocar un sentimiento de agravio en el electorado de Vox, que cerró filas con el partido. El PP de Alberto Núñez Feijóo evita en cambio enemistarse con los votantes de Vox, ya que percibe un flujo de votantes, según Génova, de un 20%; mientras tampoco se cierra puertas a futuros pactos con la formación de Santiago Abascal. La conclusión es un discurso de guante blanco de la portavoz parlamentaria del PP con los ultras, a quienes ha reprochado la iniciativa de la moción, pero sin diferenciarse de sus ideas ni de su programa, frente a la fuerte censura que ha hecho del Gobierno de Pedro Sánchez.
A diferencia de Casado en la anterior moción de los ultras, en la que el PP votó en contra frente a la abstención que defiende ahora, Gamarra solo ha cuestionado la iniciativa parlamentaria de la extrema derecha, que ha calificado de “teatro” y de “mitin pagado por todos los españoles”, pero no a Vox. La secretaria general del PP se ha detenido incluso en mostrar respeto y “afecto personal” al candidato, Ramón Tamames, con quien el PP encuentra “elementos comunes en su relato”.
El PP de Alberto Núñez Feijóo ha evitado diferenciarse de Vox, mientras soslaya la mano tendida de Abascal. La portavoz popular ha dejado sin respuesta la invitación que formuló ayer a su partido el líder del Vox para gobernar juntos. Ante los intentos del PP de desmarcarse de la moción de censura y de la extrema derecha, Santiago Abascal recordó a Alberto Núñez Feijóo que lo necesitará como socio, según el escenario que dibujan todas las encuestas. “Entendámonos mañana para ofrecer a los españoles una alternativa sólida”, exhortó el líder de los ultras al PP. Gamarra ha obviado este miércoles esa invitación, como si no hubiera existido.
La estrategia del PP de Feijóo es ignorar a Vox y ponerse de perfil ante una moción de censura que le es incómoda. Tanto es así que el líder del PP ha guardado un espeso silencio los dos días de debate parlamentario. Este martes se fue a la embajada de Suecia, lo que despertó las críticas de Vox por “hacerse el sueco”, y este miércoles ha puesto tierra de por medio viajando a Bruselas. Está previsto que esta tarde-noche se reúna con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de su misma familia política, una imagen que el PP quiere contraponer al “circo” de la moción que se ha celebrado en el Parlamento. La “incomparecencia” de Feijóo ha sido destacada por otros que también tienen como objetivo echar a Pedro Sánchez del poder, por poco proactivo. “Pretende que le caiga el Gobierno como fruta madura”, le ha reprochado a Feijóo desde la tribuna la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, mientras en los círculos de opinadores y periodistas empieza a destacarse el tancredismo del líder del PP.
Feijóo ha elegido la abstención, en lugar de un voto en contra a pesar de que el discurso del PP es muy crítico con la iniciativa, que en las últimas semanas venía descalificando como un “show”. Pero incluso algunos diputados populares reconocen que la parte más frágil del discurso de la portavoz ha estado en la “debilidad” del argumento para justificar su voto. Un argumento sobrevenido, que contradice lo que había dicho Feijóo hace unas semanas. Gamarra ha justificado durante el debate que el PP se abstenga en la moción de censura y no vote en contra por la consideración que le merece Ramón Tamames. “No vamos a votar a favor por respeto a los españoles, y no vamos a votar en contra por respeto a usted, señor Tamames”, ha defendido la secretaria general. Sin embargo, cuando anunció que el PP se abstendría, el pasado diciembre, Alberto Núñez Feijóo dijo que su voto sería el mismo incluso si Santiago Abascal fuera el candidato. “No, no vamos a votar. Oponernos a una moción de censura en España no lo vamos a hacer”, afirmó entonces Feijóo preguntado por qué haría si el líder de Vox se presentara como aspirante a la presidencia del Gobierno.
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Gamarra ha dirigido todas sus invectivas contra el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha denostado como “uno de los Ejecutivos mas caóticos, cainitas e inestables de la UE”, y ha pedido al presidente del Gobierno que convoque elecciones anticipadas. “Ahórrenos estos meses agónicos y de este Gobierno en descomposición. Por una vez haga algo noble , y convoque. Váyase”, ha instado la portavoz del PP. En la petición de elecciones anticipadas el PP coincide con Vox, y ese es supuestamente el propósito de la moción de censura, pero los populares tampoco votarán a favor.
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