“Ahora quiero hacer la cosa más gay que hayas visto en tu vida”, aseguraba la actriz Kristen Stewart en febrero en Rolling Stone. La intérprete, nacida en Los Ángeles hace 33 años, protagonizó la portada de la publicación estadounidense con una sugerente sesión de fotos inspirada en el mundo de los gimnasios. Las imágenes, explicaba el artículo, eran pretendidamente hipersexualizadas y andróginas porque Stewart quería que fueran así. “Si pasé toda la saga de Crepúsculo sin hacer una sola portada para Rolling Stone es porque los chicos eran los símbolos sexuales”, añadía. El artículo servía para promocionar Love Lies Bleeding, su nueva película, un thriller en el que interpreta a la empleada de un gimnasio, que se ha presentado este 5 de marzo en Los Ángeles tras pasar cosechando buenas críticas por el festival de Sundance. En la premiere Stewart impactó al posar en la alfombra roja con un body negro que dejaba su espalda al descubierto y presentaba un gran ‘escote’ en sus ingles. Bajo el modelo llevaba unas medias finas negras y su estilismo se completaba con una blazer negra y unos zapatos de tacón.
Como en otras ocasiones, Stewart ha confiado en la estilista Tara Swennen, que también trabaja con otros intérpretes, como Matthew McConaughey o Ali Wong. La estilista ha explicado en su cuenta de Instagram que el conjunto era de la firma Bettter, y que con él quería llamar la atención sobre la importancia de la sostenibilidad: “Me encanta esta marca de moda sostenible. ¡Reciclan sus looks diseñando y creando piezas a partir de trajes viejos! También han creado una nueva plataforma de upcycling a escala industrial”. En los últimos tiempos las alfombras rojas se están llenando de estilismos impactantes que dejan mucho al descubierto: el año pasado, con Miu Miu como adalid, las bragas pasaron de ser ropa interior a formar parte del uniforme para eventos de intérpretes como Emma Corrin, que llevó un look basado en esa puesta en el festival de Cannes; los sujetadores también han salido de debajo de las blusas y vestidos para ser lucidos por fuera (de Florence Pugh a Natalie Portman) y los vestidos desnudos, como demostró Dakota Johnson en el reciente estreno de Madame Web y se ha podido ver en las últimas ceremonias de entregas de premios de cine, ya no son una excepción, sino la norma.
Stewart, en el estreno en el Fine Arts Theatre de Los Ángeles, ha sido fiel al riesgo que ha convertido en la tónica de sus apariciones en la alfombra roja: el año pasado acudió a la Berlinale con un conjunto de Chanel, firma de la que es embajadora, en el que mandaban las transparencias; en la pasada gala Met apostó por un estilismo andrógino para rendir homenaje a Karl Lagerfeld… Con sus papeles y proyectos ha ido mostrando su evolución, tanto como intérprete como en el plano personal, y desvinculándose del personaje con el que se hizo mundialmente famosa con solo 18 años, la Bella Swam de Crepúsculo.
Love Lies Bleeding, dirigida por la británica Rose Glass (Saint Maud), es un thriller romántico en el que Stewart interpreta a la gerente de un gimnasio que se obsesiona con una culturista encarnada por Katy O’Brian. “Kristen aporta una gran fisicalidad al papel. Lou es muy nerviosa, tiembla todo el tiempo, así que si tocaba una escena en la que tenía que estar realmente ansiosa, Kristen se pasaba un rato antes saltando para aumentar su ritmo cardíaco”, explicó O’Brian sobre su compañera de reparto en W Magazine. Ambas mostraron su complicidad en el estreno en Los Ángeles, durante el cual, tras posar e impactar en la alfombra roja, Stewart transformó su estilismo añadiéndole unos pantalones y cambiando sus tacones por unas zapatillas con calcetines blancos. La actriz —que en 2022 obtuvo su primera nominación al Oscar por su papel de Lady Di en la película de Pablo Larraín Spencer— prepara ya dos nuevos proyectos, Sacramento (con Maya Erskine y Michael Cera) y Rosebushpruning (con Elle Fanning y Josh O’Connor).