La dirección de Glovo ha llegado a un acuerdo con su plantilla de oficinas para llevar a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE), en el que la compañía reduce los despidos que quería hacer. El pasado 30 de enero, la plataforma de reparto a domicilio anunció un recorte del 6,5% de la plantilla de oficinas (donde trabajan empleados de atención al cliente, programadores, gestores de datos o empleados de la parte comercial), lo que se traducía a 250 despidos. El Col·lectiu Ronda, que representa a la mayoría de los trabajadores afectados, ha explicado en un comunicado que, tras pactar el ERE, este número se reducirá a 140 personas, la mayoría de las cuales trabaja en las oficinas de Barcelona.
Pese a que inicialmente anunció su intención de despedir a 250 trabajadores, Glovo presentó un ERE para 147, que se ha reducido a 140 después de negociarlo con los trabajadores. La dirección y la plantilla han llegado a un acuerdo de confidencialidad y han pactado no dar detalles sobre las indemnizaciones que percibirán los empleados despedidos, aunque el abgado del Col·lectiu Ronda que representa a los trabajadores, Natxo Parra, ha destacado que se trata de un acuerdo económico “digno y satisfactorio”. Parra también ha expresado que “en esta negociación existía la dificultad añadida de que las extinciones afectaban a personas que, en su inmensa mayoría, tienen muy poca antigüedad en la empresa, en algunos casos solo pocos meses”.
Los despidos afectan sobre todo a las áreas de apoyo comercial, contratación y datos. Fuentes cercanas indican que, pese a que en el ERE se incluyen perfiles más administrativos, en general se trata de profesionales muy cualificados relacionados con el desarrollo de la aplicación y del algoritmo. Según los datos de Barcelona Tech, la asociación que representa a más de 1.200 startups de la ciudad, el sueldo medio de un trabajador cualificado en este tipo de compañías en Barcelona es de 50.000 euros anuales.
Glovo, una compañía fundada en 2015 y que desde 2021 es propiedad del grupo alemán Delivery Hero, decidió recortar su plantilla porque, según dijo su consejero delegado, Óscar Pierre, en una carta a los empleados, la empresa estaba empezando a notar una ralentización en el crecimiento de los ingresos, a causa del impacto de la inflación en los consumidores. El propio Pierre aseguró que estos despidos “no estaban en los planes de la compañía hace seis meses”, y afirmó que la nueva situación económica obligaba a ser “frugales” en los gastos y en la gestión de los costes operativos. Glovo perdió el año pasado 304 millones de euros y Delivery Hero también anunció despidos en Berlín después de conocerse los resultados de la compañía catalana, responsable de la mitad de las pérdidas brutas de la matriz. Con todo, Pierre aseguró, en la misma carta a los empleados, que en 2023 la empresa registrará “un crecimiento fuerte de doble dígito”.
Si bien el frente abierto con los trabajadores de oficinas parece encauzado con este ERE, continúan los frentes por la parte de los repartidores, ya que la compañía acumula sanciones de la Inspección de Trabajo por desoír la Ley Rider y mantenerlos como autónomos. La última, la obligación en Andalucía de reconocer como trabajadores a 3.060 repartidores.
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