El lunes, la luminosidad blanquecina de Lisboa se prestaba a presidir el primer entrenamiento de Roberto Martínez (Balaguer, Lleida; 49 años) al frente de la selección portuguesa. Para un hombre que ha pasado los últimos 30 años de su vida como jugador y entrenador bajo los cielos plomizos y pluviosos del Reino Unido y Bélgica, la calidez de la tarde lisboeta le llevó a ordenar que las tablas de ejercicios físicos a realizar en el gimnasio se efectuaran al aire libre. El campo de entrenamiento de las modernas instalaciones de la federación portuguesa fue invadido por colchonetas y bicicletas estáticas. Sobre estas, los internacionales portugueses se dispusieron a levantar el telón del primer seleccionador de la historia de habla no lusa. La gran mayoría de ellos formó parte de la selección que bajo la dirección de Fernando Santos fue eliminada por Marruecos en los cuartos de final del Mundial de Qatar. Para los placenteros estrenos de este jueves ante Liechtenstein en Braga (20.45, Uefa TV), y la visita del domingo a Luxemburgo, Martínez no ha operado la revolución que demandaban una parte considerable de los aficionados lusos. La simbología del cambio debía ser la no inclusión de Cristiano Ronaldo.
“Este es un nuevo ciclo que con Cristiano nos hace mejores. Es nuestro capitán y es muy importante utilizar su experiencia”, razonó el técnico español en su primera rueda de prensa prepartido oficial. Aunque como mínimo asiste a dos horas diarias de portugués y fue felicitado por la prensa local cuando dio a conocer la lista, Martínez prefirió expresarse en español para evitar malentendidos. “Las decisiones futbolísticas y deportivas se van a tomar en el campo”, avisó en general.
A sus 38 años y sin encontrar un gran club europeo que le acogiera, Cristiano ha tenido que conformarse con la millonada de iniciar el fin de su carrera en Arabia Saudí y eso tampoco ha pasado inadvertido en su país. “Mi papel en la selección siempre fue el mismo. Mi motivación está intacta. Estoy aquí como si fuera la primera vez. Después de 20 años estar aquí no es fácil”, respondió Ronaldo cuando fue preguntado por si su rol en la selección va a cambiar en esta nueva etapa.
”La Liga de Arabia, si se cumple lo que tienen proyectado, será una de las seis o siete mejores de mundo”, defendió Cristiano. Por el momento, Martínez le ha concedido mantenerse en la primera línea competitiva del fútbol de selecciones. Hoy Cristiano se convertirá, con 197, en el jugador con más internacionalidades.
En estos dos primeros meses, Martínez ha agitado más a la selección lusa con su metodología que la nómina de jugadores escogidos. La continuidad de su lista tiene que ver con la fascinación que le genera el caudal de talento que le llevó a aceptar la oferta de la federación portuguesa. Tras seis años como seleccionador en Bélgica, el cuerpo le pedía dirigir a un club de la Premier League, donde era pretendido por el Everton y unos cuantos clubes más. “El nivel individual del futbolista portugués es impresionante”, apuntilló.
El productivo vivero portugués tiene cautivado a Martínez, que partió de una prelista de 200 jugadores. Desde que asumió el cargo, él y su cuerpo técnico se han recorrido el país de punta a punta para presenciar partidos de todas las categorías, incluido alguno de juveniles de la Youth League. Está empeñado en conocer la diversidad de las señas de identidad de las fructíferas canteras del país; la distinción de lo que le puede aportar un jugador dependiendo de si se ha formado en las escuelas de Lisboa, Guimaraes, Braga u Oporto.
El objetivo de su obstinada inmersión lusa —”saber el himno es importante, quiero aprenderlo porque es el grito de guerra de un equipo y representa mucho”, dijo—, es alcanzar un título con la selección de un país en el que muchos aficionados piensan que el talento que impresiona a Martínez necesita una propuesta más atrevida y vistosa que la de su antecesor Fernando Santos.
“Es un capítulo diferente para todos nosotros, la energía es positiva. La mentalidad es diferente, ideas frescas, no digo ni mejor ni peor que antes. A veces, los cambios son buenos y esté creo que lo será para Portugal”, augura Cristiano. “Atacaremos con más gente”, anuncia João Félix. Mientras, Martínez concluye: “La calidad del futbolista portugués permite jugar al tiki-taka y hacer transiciones rápidas. Tenemos que ser flexibles para cambiar la estructura de un partido a otro y durante ellos. Por eso para mí era importante empezar con un grupo de jugadores con experiencia”.
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