Los ciberdelincuentes que atacaron el Hospital Clínic de Barcelona el pasado 4 de marzo han filtrado parte de los datos. A las dos de la madrugada, a través de Telegram, han hecho públicos diversos enlaces en los que pueden descargarse archivos con datos personales diversos: desde estudios a filiaciones. Fuentes policiales temen que sea solo una parte de los archivos con los que se hicieron. En el mismo lugar donde han hecho públicos los enlaces, avisan de ”nuevas sorpresas”.
El ciberataque al Clínic supuso un serio golpe para el hospital público, ya que se dejaron de hacer 4.000 analíticas, 11.000 consultas externas y más de 300 intervenciones, incluidos tratamientos de quimioterapia. Y mientras las pesquisas policiales siguen su curso —los ciberdelincuentes pidieron 4,5 millones de dólares para liberar los datos— y los técnicos intentan restablecer el sistema, los sanitarios han tirado de procesos rudimentarios y técnicas de trabajo analógicas para salvar la mayor actividad asistencial posible. Todo lo que antes estaba sistematizado con ordenador, se pasó a hacer a mano, como la petición de análisis.
La Generalitat ya avisó de que no iban a pagar y desde entonces la alerta era máxima ante la clara convicción de que la publicación de los datos era inminente. Incluso el hospital colgó un comunicado en su web alertando a la ciudadanía. Los Mossos ahora se esfuerzan en frenar la filtración. A mediodía, responsables del hospital, de la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña y de la Comisaría General de Información de los Mossos tienen previsto comparecer en rueda de prensa.
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