![La secretaria general de ERC, Marta Rovira, en conexión telemática en la reunión del Consell Nacional de los republicanos en Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YJJKQECG7NE2VBKG4BXNIH5NW4.jpg?auth=699c6c4b6c0b026e4b744ee606518678df90a9733e31f48f53115f0ad25c4146&width=414)
Esquera Republicana quiere evitar un pacto de última hora para una eventual investidura del socialista Salvador Illa como president. El plazo legal para evitar la repetición electoral en Cataluña expira el próximo 26 de agosto y la líder de los republicanos, Marta Rovira, ha dejado claro este sábado que no está por la labor de dejarlo todo para el final. Rovira ha instado a cerrar “un preacuerdo” durante este mes de julio y, para mostrar su voluntad de llegar a buen puerto, ha reforzado el equipo negociador de los republicanos con equipos especializados en cuatro materias.
“Queremos saber si hay voluntad política de acuerdo”, ha resumido la líder de la formación en el Consejo Nacional que los republicanos han celebrado esta mañana y donde también se ha aprobado el reglamento del Congreso extraordinario de noviembre. Las declaraciones de Rovira casi se han solapado con las de Illa, que a la misma hora ofrecía “generosidad y flexibilidad” en las negociaciones a sus posibles aliados desde una acto del Partit dels Socialistes (PSC) en Mataró (Barcelona).
Los republicanos ponen presión así sobre el PSC para llegar a un acuerdo antes de que expire el plazo, poniendo sobre la mesa cuatro carpetas ya conocidas pero dejando todo el foco sobre la económica: su propuesta ahí sigue siendo la financiación singular para Cataluña, en la línea del trato bilateral del concierto vasco pero añadiéndole un componente de solidaridad interterritorial. “Esa tendencia negociadora de llegar al último momento no nos gusta, no lleva a acuerdos buenos para el país”, ha asegurado en videoconferencia Rovira, que en su día huyó a Suiza para evitar la acción de la justicia española por su implicación en el procés y ahora espera que se le aplique la amnistía.
Rovira ha explicado ante el máximo órgano de los republicanos entre congresos que ha pedido al PSC que haya un preacuerdo que permita votar sí a la investidura de Illa junto a los comunes —las tres formaciones suman 68 diputados, la mayoría absoluta en la Cámara catalana— y para ello ha reorganizado la negociación con los socialistas. Hasta ahora el equipo lo formaban exclusivamente los diputados Josep Maria Jové, Marta Vilalta, Juli Fernández y un alto cargo del partido, Oriol López. La secretaria general ha anunciado la creación de cuatro grupos de trabajo internos, divididos en igual número de carpetas a negociar con los socialistas: financiación singular, resolución del conflicto político, reconstrucción nacional y el mantenimiento de políticas puestas en marcha por el Govern que lidera Pere Aragonès.
La decisión de ERC tiene tanto de táctico dentro de una negociación que se ofrecía al límite de los plazos como de mensaje interno a sus filas, donde un posible pacto con los socialistas genera división. Rovira no ha cerrado del todo la posibilidad a apoyar a Carles Puigdemont, fundador de Junts, como president. Sin embargo, ha reflejado de manera explícita las pocas opciones de prosperar que tiene ese camino. “El PSC no nos aclara su programa de Gobierno y Junts no nos aterriza sus programas si Puigdemont vuelve y logra la abstención del PSC”. “Queremos [el preacuerdo en julio] porque necesitamos tiempo para debatir internamente ese acuerdo, si en realidad se ofrecen soluciones para el país o se precariza”, ha explicado la republicana. La dirección de Esquerra anunció una consulta interna en sus bases sobre el sentido del voto de la investidura y hacer girar la desconfianza a los socialistas es uno de los retos.
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