La Policía Nacional ha detenido a 15 personas por su presunta implicación en un secuestro de cuatro hombres en Marbella (Málaga) a los que supuestamente acusaban de haber robado 1.500 kilos de hachís, según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado. Las víctimas de este secuestro fueron sometidas a torturas y uno de ellos estuvo a punto de morir de un coma diabético, según añaden estas mismas fuentes. Maniatados, sometidos a golpes y amenazas, y también privados de bienes de primera necesidad como alimentos y medicinas, los secuestrados vivieron una situación límite, con el único fin de que confesaran dónde estaba la droga.
El secuestro ocurrió el pasado 2 de diciembre en la vivienda de uno de ellos, en la localidad de Marbella, pero no ha sido hasta ahora cuando la operación ha concluido con los últimos arrestos. En total hay 13 personas detenidas en la provincia de Málaga y otras dos en Granada, a los que se investiga por los delitos de secuestro, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, robo de vehículo, falsedad documental y lesiones. Las víctimas fueron abordadas por un grupo de entre seis a ocho personas armadas. Fueron atados de pies y manos y después trasladados en una furgoneta a otra casa de una zona residencial de Marbella.
Cinco millones de euros por el rescate
Los captores retiraron los teléfonos móviles a sus víctimas y les amenazaron para obtener las claves. Después, contactaron con sus familiares y les exigieron un rescate de cinco millones de euros con la amenaza de no volver a ver con vida a sus seres queridos. Entre los días 4 y 5 de diciembre, los agentes recibieron en comisaría cuatro denuncias por desaparición. La conexión entre los casos se detectó con rapidez, ya que tenían muchas similitudes.
En el transcurso de las indagaciones, los captores liberaron a una de las víctimas. Los agentes emprendieron una búsqueda a contrarreloj para dar con las otras tres víctimas, una de ellas con una diabetes severa. Tras casi una semana de secuestro, los agentes llegaron al domicilio de uno de los secuestrados — el lugar donde arrancó la detención ilegal— y localizaron cuatro pastillas de 100 gramos cada una de hachís, además de restos de arpillera de los que habitualmente se usan para envolver los fardos.
Las pesquisas permitieron seguir la pista de una furgoneta robada. Finalmente, las averiguaciones condujeron hasta un chalet de Marbella en el que tenían retenidas a las víctimas. Allí fue liberado uno de los secuestrados en estado crítico.
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Liberada una de las víctimas en estado crítico
La presión policial y el temor a ser enjuiciados por homicidio habrían llevado a los captores a liberar in extremis a una de las víctimas, moribunda, que había quedado inconsciente al sufrir un coma diabético y que permaneció ingresada en un hospital más de un mes. En el lugar del cautiverio, los agentes detuvieron a cuatro personas provistas de armas de fuego y rescataron a dos víctimas, atadas de pies y manos, con múltiples heridas. También se recuperaron una furgoneta robada y otro coche utilizados en el secuestro. La operación Nerón finalizó con la detención de otras once personas, entre ellas dos varones, que habrían contactado con los familiares de las víctimas desde Granada exigiendo un dinero para la liberación.
Durante la operación se han realizado media docena de registros en las localidades malagueñas de Marbella, Benahavís y Estepona y se han intervenido sustancias estupefacientes, una pistola, abundante munición, pasamontañas, unos 50.000 euros envasados al vacío, varios vehículos y placas falsas, entre otros efectos.